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Adiós a los peajes que conocíamos en España: comunicado de Europa por la nueva normativa

España debe implementar la nueva normativa sobre peajes y viñetas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La Comisión Europea ha dado un ultimátum a España para que implemente la nueva normativa sobre peajes y viñetas, que debía entrar en vigor en marzo de 2024. Esta normativa forma parte de la Directiva de la Euroviñeta, que establece normas comunes para imponer tasas basadas en la distancia (peajes) y en el tiempo (viñetas), con el fin de financiar la construcción, operación y mantenimiento de infraestructuras viarias. La reforma de la Directiva, aprobada en 2022, amplía su alcance, incluyendo ahora turismos, autobuses, autocares y vehículos pesados pequeños. Además, introduce el concepto de tarificación en función de las emisiones de CO2, lo que tiene como objetivo reducir la contaminación y fomentar el uso de vehículos más ecológicos.

España, junto con otros siete países de la UE, no ha adaptado su legislación nacional a esta normativa, lo que ha llevado a la Comisión Europea a enviar un dictamen. Si en un plazo de dos meses no se transponen las medidas necesarias, el caso podría ser llevado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La implementación de esta directiva busca armonizar los sistemas de pago por uso de las infraestructuras viales en la UE y garantizar que los países recuperen los costos de mantenimiento de las carreteras. Si no se cumplen los plazos, España podría enfrentarse a sanciones económicas.

Los nuevos peajes que llegarán a España

La Comisión Europea ha dado un ultimátum a España por no haber implementado en su legislación nacional la reforma de las normas sobre peajes y viñetas, que deberían haber entrado en vigor en marzo de 2024. Este aviso, que se presenta en forma de un dictamen motivado, corresponde a la segunda fase de un expediente de infracción, en el cual Bruselas da a España dos meses para responder y subsanar las deficiencias. En caso de no hacerlo, la Comisión podría llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

La normativa en cuestión se refiere a la Directiva de la Euroviñeta, que establece normas comunes para la imposición de peajes y viñetas en las infraestructuras viarias. Además, la nueva normativa exige que los países incorporen en sus sistemas de tarifas los costes medioambientales derivados de la contaminación atmosférica, lo que implica establecer cargos en función de las emisiones de CO2 de los vehículos.

España, junto con otros siete países (Bulgaria, Grecia, Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia y Portugal), no ha adaptado correctamente su legislación para cumplir con esta directiva, a pesar de que la fecha límite para su transposición fue el 25 de marzo de 2024. La Comisión Europea ha señalado que estos países deben adoptar las medidas necesarias en un plazo de dos meses. Si no lo hacen, Bruselas podrá recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, lo que podría derivar en sanciones económicas.

Este incumplimiento de España y otros países se enmarca en un contexto más amplio relacionado con el mantenimiento y la conservación de infraestructuras viarias. La normativa europea busca armonizar los sistemas de pago por uso de las carreteras en toda la Unión Europea, con el fin de financiar adecuadamente la infraestructura vial y reducir las disparidades entre los países miembros. En este sentido, Bruselas considera que España, con un déficit de mantenimiento de carreteras de unos 10.000 millones de euros, no puede seguir utilizando fondos europeos de cohesión para financiar este gasto, por lo que debe aplicar un sistema de peajes o viñetas.

A pesar del ultimátum de Bruselas, el gobierno español ha señalado que no se implementarán peajes tradicionales en las carreteras, aunque ha dejado abierta la posibilidad de crear un sistema de pago por uso para determinadas autopistas gestionadas por la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre, especialmente para vehículos pesados. Esta opción podría afectar tanto a carreteras de peaje tradicionales como a algunas libres, ya que el sistema de pago por uso se extendería a toda la red viaria.

El sistema de pago por uso propuesto por Bruselas podría incluir dos mecanismos diferentes: peajes tradicionales basados en los kilómetros recorridos por el conductor o viñetas cuyo precio dependería del tiempo de uso de la carretera. La propuesta también plantea la inclusión de factores medioambientales en el sistema de tarificación, como las emisiones de CO2 de los vehículos, lo que podría hacer que los vehículos más contaminantes paguen tarifas más altas.

El futuro del sistema de peajes y viñetas en España está en juego, y la presión de Bruselas puede acelerar el proceso de adaptación de la legislación española. La implementación de esta reforma podría cambiar la manera en que los conductores financian las infraestructuras viarias y podría tener un impacto significativo en los hábitos de conducción y en la transición hacia vehículos más sostenibles. Sin embargo, la implementación de estos cambios requerirá un consenso entre las distintas comunidades autónomas y el gobierno central, lo que podría dificultar la adopción de un sistema unificado en todo el país.