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¿Cómo es el lobo ibérico?

En España los lobos tienen una larga tradición, en la que han convivido con otros animales, con riesgos para los ganados. ¿Cómo es el lobo ibérico?

El canis lupus de España es el lobo ibérico. Probablemente, no exista otro animal que inspire tantas opiniones encontradas entre los españoles. Para algunos, esta es una especie que debe ser protegida de la extinción; según otros, este es el animal que más pérdidas generan a ganaderos, campesinos y cazadores. En 1816 se pagaban hasta 160 reales por matar a un ejemplar macho adulto y hasta 1970 se les consideró “una plaga”.

No obstante, en regiones como Andalucía corren cierto peligro de desaparecer y existen iniciativas para protegerlo. Sin duda alguna, este es un animal que no deja indiferentes a los españoles. En todo caso, es importante conocerlo un poco más para entender un poco más su realidad actual.

Algunos datos básicos del lobo ibérico

El lobo ibérico es considerablemente más pequeño que sus similares en Rusia y EEUU. Mientras estas variantes llegan a pesar 80 kilos, los lobos españoles no superan los 50 kilogramos. Su pelaje suele ser marrón con unas características manchas oscuras en su cola, patas y lomo.

Esta especie de lobo vive en manadas familiares que casan en grupo. Por lo general, los grupos familiares son constituidos por un macho, una hembra y tres cachorros. En el grupo, por lo general solo de reproduce la pareja dominante; de esta forma, ellos controlan su cantidad y estructura en función al mando.

Se trata de un animal que experimenta gran facilidad para reproducirse. Sin embargo, el tamaño de sus camadas es bastante variado pudiendo engendrar de 1 a 10 cachorros. La gestación ocurre en 61 días y da inicio a finales del invierno. Los recién nacidos son ciegos durante sus primeros 15 días y al mes ya necesitan alimentarse de carne.

Retos para su supervivencia

En 1970 se declaró a esta especie en vías de extinción. Mientras que en Francia y Alemania fueron prácticamente erradicados, España se ha convertido en su último bastión. A partir de los años 80’ y gracias a arduos trabajos de protección, la especie está en notable crecimiento.

El lobo ibérico necesita reunir ciertos factores demográficos para su supervivencia. Lo ideal es habitar zonas con baja concentración de seres humanos y con abundancia de jabalís y ciervos. Según los censos más actualizados, se cree que existen unos 3000 ejemplares en España y 12000 en Europa.

El mayor problema para la supervivencia de esta especie, es que entran en constante conflicto con la actividad ganadera y se han planteado una serie de medidas a tomar para evitar la cacería. Colocar vallas electrificadas y utilizar perros mastines son una buena alternativa para ahuyentar a los lobos. También se puede recurrir a la vieja práctica del pastoreo.