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Rita Maestre ficha como nº 3 a una okupa que defiende los allanamientos porque «generan democracia»

La líder de Más Madrid en la capital, Rita Maestre, ha fichado como número 3 de su candidatura a la portavoz del colectivo okupa Patio Maravillas que defiende estas usurpaciones porque «generan democracia». La nueva incorporación de Más Madrid justificó la entrada a la fuerza en propiedades ajenas porque «es una herramienta para liberar espacios y señalar la especulación». Esta futura concejala hizo esas declaraciones cuando el edil de Manuela Carmena Guillermo Zapata fue juzgado por el asalto a un bloque en el madrileño barrio de Malasaña.

Lucía Lois Méndez de Vigo afirma ahora en la web de Más Madrid: «Desde que nacieron mis hijos me he dedicado a la defensa de una ciudad para los y las más pequeños desde Madres por el Clima, la Asociación de Familias de mi cole y todos los espacios que se me ocurren». No menciona ni una palabra de su pasado en colectivos okupas.

Sin embargo, OKDIARIO ha recuperado afirmaciones en los que se muestra partidaria de no respetar propiedades de terceros. «¿Por qué creéis que es necesario un centro social que se salga de los cauces institucionales?», le preguntaban. A lo que respondía: «Hace falta porque las instituciones están mediadas por los políticos y por la corrupción». Ahora ella quieres ser política.

«Necesitamos un lugar en el que la ciudadanía pueda proponer las actividades desde abajo y de manera democrática. Por ejemplo, aquí en el Patio las decisiones las tomamos entre todos en asamblea. Por eso, este tipo de centros generan democracia y comunidades, algo que no ocurre en los espacios culturales que están mediados por técnicos que piensan, deciden y organizan aquello que creen que a la gente le interesa», justificaba.

En 2015 cuando la izquierda en la capital estaba completamente movilizada contra el Gobierno local de Ana Botella Lucía Lois reclamaba que «los espacios que son de todos y que pagamos con nuestros impuestos estén al servicio de la gente. Nuestra apuesta es muy clara: queremos sentarnos con el Ayuntamiento para que nos ceda un lugar. Si nos fuerzan a que desalojemos ocuparemos otro sitio y será su culpa. Eso sí, lo haremos con toda la ciudadanía de Madrid que nos apoya y que es mucha».

«Nuestra idea siempre fue utilizar la ocupación como una herramienta para liberar espacios y señalar procesos de especulación. Desde el primer momento quisimos sentarnos a hablar con el Ayuntamiento pero esta institución nunca ha accedido porque no tiene ninguna voluntad política de cambiar algo en la ciudad. Esto no es exclusivo de Madrid; una de las cosas que se han dicho desde el 15 M ha sido ‘democracia real ya’ lo que significa que nuestros gobernantes no escuchan, hacen lo que les da la gana y lo que les dicen los bancos y la troika», se despachaba.

Hablaba de «autogestión»: «Todo el mundo participa y aporta lo que puede. Por ejemplo, tenemos una cafetería en la que cada uno pone lo que quiere y gastamos muy poquito porque todo es gratuito». Desvelaba así que en su centro ilegal tenían un servicio de bar sin declarar al Estado.

Hace ya ocho años esta estrecha colaboradora de Rita Maestre denunciaba: «Tenemos un gobierno, el Partido Popular, que es de extrema derecha y que representa al ala más recalcitrante de este sector».

Interrogada sobre el futuro del Patio Maravillas a pesar de la amenaza de un desalojo que luego se materializó, se mostraba segura: «Lo que sé es que vamos a seguir. Es un proyecto maduro y establecido con casi ocho años de trayectoria. El Patio Maravillas va a continuar y ojalá lo haga en un espacio grande». No obstante, finalmente se creó Ahora Madrid, entraron en el Gobierno municipal con Carmena y, aunque hubo otros intentos de okupar, finalmente el Patio Maravillas ha cesado su actividad.

Barbero

De hecho, Carmena puso al frente de la concejalía de Seguridad y Emergencias a Javier Babero, también miembro del Patio Maravillas y muy cercano a Lucía Lois. Esta designación fue muy criticada en el Pleno municipal ya que este concejal tenía a su cargo al cuerpo de Policía Municipal que precisamente tuvo que afanarse en el desalojo del colectivo okupa del que él formaba parte.