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Realistas y con el foco en Sanidad y Educación: así quiere Ayuso que sean sus presupuestos para 2024

El inicio del curso político ya está aquí y para estrenarlo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reunido a sus diputados y consejeros en Collado Villalba para celebrar la ya clásica reunión de trabajo postvacacional antes de que de comienzo la actividad parlamentaria. Una actividad que en los próximos meses estará marcada por el proyecto de Presupuestos de 2024, la ley más importante que tiene que aprobar el Gobierno de Ayuso y en la que ya están trabajando con ahínco todas las consejerías.

El pasado mes de julio, el Gobierno de la Comunidad de Madrid publicó la orden con las normas que regirían para la elaboración de esas cuentas y desde entonces todos los departamentos están «volcados» viendo las prioridades y las necesidades de crédito.

El plan es llevar el proyecto en «tiempo y forma» a la Asamblea de Madrid para que inicie su tramitación y, en su caso, sea aprobado, algo que este año sucederá seguro, puesto que el Partido Popular goza de mayoría absoluta en la Cámara autonómica con 70 diputados.

Más Sanidad y Educación

El Gobierno ha deslizado que la cuentas para el próximo año serán «realistas» y ajustadas a las «necesidades de los madrileños» con el foco puesto en sanidad, educación, servicios sociales y transportes.

Estos serán los primeros Presupuestos que apruebe Díaz Ayuso desde 2022, debido a que el año pasado no contó con el apoyo mayoritario de la Asamblea para sacarlos adelante, después de que Vox, con quien estuvo meses negociando, decidiera finalmente no apoyarlos.

Lo que parecía que iba a ser una negociación tranquila, tras el precedente del año anterior en el que ambas partes sellaron un acuerdo con 13 puntos el 30 de noviembre, en 2023 terminó en una ruptura total.

Vox tumbó los presupuestos de Ayuso

Vox decidió levantarse de la mesa al sentirse «humillado» porque el Ejecutivo de Ayuso no aceptó ninguna de sus enmiendas más relevantes, sin embargo, en ese momento anunció que se abstendría en la votación, por lo que las cuentas saldrían adelante.

Días más tarde, esa abstención se convirtió en un «no» después de que los de Rocío Monasterio presentaran con 6 minutos de retraso sus enmiendas para ser debatidas en el Pleno aludiendo un problema informático que la Asamblea negó.

Vox decidió finalmente votar en contra del dictamen (el texto final de los Presupuestos con la incorporación de los cambios de la tramitación), por lo que ni siquiera pudo celebrarse el Pleno en el que iban a debatirse y votarse los Presupuestos.