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Ayuso tratará de aprobar los Presupuestos que le ha vetado Vox después de las elecciones

«Ahora mismo es imposible aprobar un Presupuesto nuevo», así de rotundo se muestra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sobre la posibilidad de volver a sentarse a negociar con Vox unas cuentas antes de que se disuelva la Asamblea de Madrid a comienzos del próximo mes de abril por la convocatoria electoral. El escenario que baraja el Ejecutivo, si tras esa cita con las urnas logra mantenerse en el poder, es tramitar de forma simultánea los Presupuestos de 2023 y de 2024.

Toda vez que en la Puerta del Sol ya dan por hecho que las cuentas de 2022 van a prorrogarse, su prioridad ahora es tratar de sacar adelante los máximos proyectos que tenían previstos en los Presupuestos del año 2023, siempre y cuando la «técnica presupuestaria» se lo permita, ha desgranado el portavoz gubernamental, Enrique Ossorio.

Tras las elecciones del próximo 28 de mayo es cuando el Gobierno se plantea, si es que el resultado de los comicios se lo permite y encaran una nueva legislatura, perfilar unos nuevos Presupuestos para 2023, aunque el año ya estará por entonces rozando su ecuador, al tiempo que preparan los de 2024, algo que, aseguran, encuentra un precedente en el Gobierno de Mariano Rajoy, cuando se hicieron las cuentas de 2012 y 2013 en paralelo. Las primeras fueron aprobadas a finales de junio de ese año y las segundas apenas seis meses después.

De esta forma, el Gobierno de Ayuso cierra totalmente la puerta a reiniciar conversaciones con los de Rocío Monasterio, tal y como han solicitado desde el grupo parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid, que ha presentado una iniciativa para habilitar el mes de enero y ganar tiempo para reconducir la situación y sacar adelante las cuentas.

Sin embargo, en Sol sostienen que eso es «imposible». «Llevamos negociando el presupuesto actual con Vox desde el mes de octubre. En dos meses ya conocen lo que ha sucedido. Les hemos dado toda la información, nos hemos reunido, les hemos contado las partidas de gastos y de ingresos, les hemos contestado todas las dudas que nos han planteado y cuando faltaban tres días nos plantearon una serie de peticiones. Les respondimos con una propuesta que algunas de ellas las podíamos acoger y en un minuto se levantaron», ha afirmado Ossorio. Además, ha explicado que posteriormente tendría que tener lugar toda la tramitación parlamentaria, que lleva alrededor de dos meses.

Negociación

Lo que parecía que iba a ser una negociación tranquila para sacar los Presupuestos adelante, tras el precedente del año pasado en el que ambas partes sellaron un acuerdo con 13 puntos el 30 de noviembre, este año ha terminado en una ruptura total.

Vox decidió levantarse de la mesa al sentirse «humillado» porque el Ejecutivo de Ayuso no aceptó ninguna de sus enmiendas más relevantes, sin embargo, en ese momento anunció que se abstendría en la votación, por lo que las cuentas saldrían adelante.

Días más tarde, esa abstención se convirtió en un «no» después de que los de Monasterio presentaran con 6 minutos de retraso sus enmiendas para ser debatidas en el Pleno aludiendo un problema informático que la Asamblea negó.

En última instancia, la semana pasada, Vox decidió además votar en contra del dictamen (el texto final de los Presupuestos con la incorporación de los cambios de la tramitación), por lo que ni siquiera podría celebrarse, como ha confirmado la Mesa este lunes, el Pleno en el que iban a debatirse y votarse los Presupuestos.