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Mazda CX-30: así es el SUV compacto con el mismo tacto que un ‘premium’

El nuevo Mazda CX-30 2022 representa el desarrollo más reciente del revolucionario lenguaje de diseño Kodo de Mazda. Conserva toda la vitalidad del concepto original “Alma del movimiento” pero ha evolucionado y ahora busca una mayor exclusividad a través de la elegancia y la pureza de una estética minimalista donde menos es más, inspirada en el arte japonés y en la belleza del espacio vacío entre los objetos.

Con sus 4.395 mm de largo, se sitúa entre el Mazda CX-3 y el Mazda CX-5, y está dirigido a conductores que buscan las dimensiones compactas y el carácter urbano del primero, pero con el espacio y la funcionalidad del segundo.

Para Mazda es de vital importancia las sensaciones al volante de sus vehículos, es por ello que en el puesto de conducción y el resto del habitáculo se conjugan excelencia en ergonomía con tecnologías de vanguardia en todos los aspectos del diseño, desde la posición del conductor y el campo de visión hasta la interfaz hombre-máquina (HMI) o la calidad del equipo de sonido.

El Mazda CX-30 cuenta con una amplia pantalla central de 8,8 pulgadas que se maneja de forma sencilla e intuitiva con el mando HMI. Aumentando considerablemente la seguridad durante la conducción al evitar las distracciones de tocar una pantalla táctil.

La disposición de los mandos del volante del Mazda CX-30 combina el uso de pulsadores y conmutadores. El manejo de los mandos, que pueden identificarse al tacto, resulta totalmente intuitivo, puesto que existe una correlación entre la dirección de movimiento y la función de cada mando; sintiendo en todo momento el conductor la parte del vehículo seleccionada.

Mazda ha estudiado el comportamiento humano y lo ha aplicado al campo de la ingeniería kansei. Como resultado, todos los mandos tienen un tacto uniforme, con independencia de que se accionen pulsando, tirando, conmutando o girando. La satisfacción del conductor se extiende incluso al tacto físico de los interruptores y controles.

El diseño del puesto de conducción del Mazda CX-30 tiene en cuenta la capacidad inconsciente de las personas para reconocer ejes espaciales y para calcular distancias y velocidades mientras se mueven por un determinado espacio. Todos estos ejes potencian la conciencia espacial del conductor. Gracias a este diseño general, los conductores pueden valorar mejor las distancias y velocidades relativas, y el Mazda CX-30 resulta fácil de conducir y trasmite por todos sus poros un tacto a premium.