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Disfruta de la cultura en Aragón: castillos, monasterios del Císter e imponentes catedrales de techos estrellados

Enamorarse del patrimonio cultural que tiene Aragón es muy fácil, sobre todo si se es amante de las joyas medievales. Esta región es rica en arquitecturas religiosas ancestrales donde han vivido grandes personajes de la Historia de nuestro país. Destacan espacios como el templo de San Juan de la Peña, el Castillo de Loarre, el Monasterio de Rueda, donde reina la austeridad de la Orden del Císter, o espacios emblemáticos del centro de Zaragoza, Huesca o Teruel.

Comenzamos con San Juan de la Peña, un maravilloso espacio de estilo románico, que antaño fue un monasterio benedictino femenino donde vivieron influyentes mujeres de la nobleza aragonesa entre los siglos XI y XII. El emplazamiento solo merece la pena, pero es que es una joya lo mires por donde lo mires, tanto es así que fue el primer Panteón Real de Aragón. Está construido al amparo de la roca a principios del S. X, una ubicación mágica que une historia, cultura y naturaleza en sus muros.

San Juan de la Peña, parte del claustro @Turismo Aragón

Consta de Monasterio Viejo y al Monasterio Nuevo, situados a 1,5 km. de distancia el uno del otro. El segundo está cubierto por la impresionante roca caliza que lo cobija, donde destacan su iglesia prerrománica, el Panteón de Nobles y el claustro, que impresiona; mientras el primero es un impresionante conjunto barroco asentado sobre la bella pradera de San Indalecio, una nueva fundación tras el incendio del cenobio antiguo.

En la misma visita a este monasterio de San Juan de la Peña podemos visitar la iglesia románica de Santa María, ubicada en la vecina localidad de Santa Cruz de la Serós.

Merece la pena, antes de irnos de San Juan de la Peña, hacer un inciso en el claustro del Monasterio Viejo, levantado en la segunda mitad del S. XII, ya que hace apenas unas semanas ha sido elegido como uno de los claustros más bonitos de España por National Geographic. Hace siglos este espacio estaba pensado para el retiro y la reflexión, con carácter religioso, y ahora está abierto a los visitantes para que podamos sumergirnos en este oasis de paz.

Monasterio de Rueda, una joya del Císter

Claustro del Monasterio de Rueda @Turismo Aragón

Nos vamos hasta la localidad de Sástago, a orillas del río Ebro, donde se levanta el Real Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, joya del arte cisterciense en Aragón y uno de los conjuntos monásticos medievales mejor conservados de toda Europa.

Su origen se remonta al lejano año de 1182, cuando el primer rey de la Corona de Aragón, Alfonso II el Casto, otorga la villa y el castillo de Escatrón a la orden del Císter para proteger y repoblar la frontera cristiana. Pronto comenzaron las obras, y en 1238 se consagra ya el majestuoso templo de Rueda; obras que finalizarán en el s. XIV con la construcción de su esbelta torre mudéjar.

Todo aquel que va a Rueda acaba deslumbrasdo por la austeridad de su iglesia, su claustro gótico, su esbelta torre mudéjar y la gran noria hidráulica de 18 metros de diámetro que da nombre al monasterio.

Agua y tierra, frondosos bosques y silencio son los elementos que los monjes de hábito blanco buscan a la hora de fundar un monasterio en el S. XII. Si por algo se caracteriza la orden del Císter es en el silencio y la austeridad, algo que se refleja en todas sus arquitecturas, eso sumado al trabajo de la tierra y donde, además, el agua es fundamental porque irriga los fértiles campos. En esto, claro, Rueda no es la excepción, ya que su único complejo norial, junto con el acueducto y los canales que hace siglos llenaron con el arrullo del agua la cotidiana vitae de los monjes, sigue de pien en nuestros días.

Arquitectura humilde, muy alejada de la ostentación de Cluny, este conjunto presenta la planta típica del Císter debido a que la edificación fue realizada por los propios monjes, siendo los abades del mismo los arquitectos encargados de las obras.

Un núcleo medieval intacto

Un gran acierto en esta obra fue que las ampliaciones sucesivas de los siglos XVII y XVIII se extendieron alrededor del monasterio, dejando intacto el primitivo núcleo medieval, al tiempo que las celdas de los monjes, la espectacular galería herreriana y el palacio abacial dieron forma a la Plaza de San Pedro, conformando la monumental entrada actual.

En 1836, con la Desamortización de Mendizábal, el periplo religioso del conjunto culmina para ser reconvertido en un inmueble con funciones agrícolas y ganaderas. Hoy, el Monasterio de Nuestra Señora de Rueda se muestra en todo su esplendor para ser redescubierto a través de un viaje a su glorioso pasado.

Castillo de Loarre, un escenario de cine

Castillo de Loarre @Turismo Aragón

El Castillo de Loarre es otro de los secretos de Aragón. Primero fue palacio real, más tarde monasterio y, actualmente, escenario de películas. La imponente muralla que lo rodea y sus once torreones te darán la bienvenida. Fundado por el gran Sancho III el Mayor, ha servido en numerosas ocasiones como escenario de películas como, por ejemplo, El Reino de los Cielos, de Ridley Scott.

Levantado en un espolón rocoso a 1071 metros de altitud, defendió la línea fronteriza del Reino de Aragón y fue pieza clave para Sancho III el Mayor en la reconquista cristiana de esta tierra a los musulmanes. Y es que desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras agrícolas de la llanura. Podréis comprobar por vosotros mismos lo bien conservadas que están las Torres del Homenaje y la Torre de la Reina.

Si entramos en el interior, disfrutaremos de la iglesia de Santa María, de influencia jaquesa, muestra una gran variedad ornamental en sus capiteles. Bajo la iglesia podrás ver la cripta cubierta con bóveda de cañón. Destacan la pequeña capilla, la cripta de Santa Quiteria, situada a la entrada y la majestuosa iglesia del castillo, en la que podéis ver la cúpula, un elemento poco común en la arquitectura románica.

Si nos trasladamos a las principales ciudades de la provincia, podemos disfrutar del casco antiguo de Huesca, Zaragoza o Teruel, que tienen encerradas mucha historia que merece la pena conocer.

En Huesca se disfruta de los paseos, así como de la vida tranquila de esta ciudad y de su gente, siempre agradable y hospitalaria. Debéis recorrer las calles del casco antiguo y entrar en la catedral gótica, así como el conjunto que forman la iglesia y el claustro de San Pedro el Viejo, uno de los ejemplos más importantes del románico aragonés.

Vayamos a su catedral gótica construida sobre la antigua mezquita musulmana y es interesante fijarnos en el retablo de Damián Forment que alberga en su interior.El Ayuntamiento de Huesca, ubicado en un palacio renacentista aragonés del siglo XVI, está a pocos metros y muy cerca también encontraréis el Museo Provincial.

Sin salir de la zona antigua, os podéis mover hacia la iglesia y claustro de San Pedro el Viejo, destacando la capilla de San Bartolomé en su claustro que ha sido, además, Panteón Real. 

En el corazón de la ciudad, encontramos el Parque de Miguel Servet, tras ello podemos recorrer la conocida calle del Coso y contemplar, además, el Casino propio del Modernismo. 

Casino de Huesca. @Ayuntamiento de Huesca

Es ideal llegar hasta la muralla musulmana y, finalmente, hacer una parada para roponer fuerzas en sus zonas de tapas o saborear su afamada repostería. ¡Qué difícil es resistirse a las castañas de mazapán!

Si preferimos ir en vacaciones, el 10 de agosto Huesca se tiñe de blanco y verde con motivo de las Fiestas de San Lorenzo, declaradas de Interés Turístico Nacional. Son, sin duda, días de diversión a raudales y alegría en las calles, de actos tradicionales y esperados encuentros.

Cerca de la capital oscense, en dirección a Pamplona, encontrarás el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN), obra del arquitecto Rafael Moneo.Este espacio está concebido como un espacio de investigación y creación que pretende ser un referente del arte contemporáneo. A unos 10 minutos de la ciudad, en el Planetario de Aragón podréis encontrar una ventana abierta al universo que os llevará a un viaje lleno de sorpresas. 

Una ruta llena de ermitas y espacios de fe

Monasterio de Casbas. @Turismo Aragón

Muy cerca de la ciudad, no te pierdas la Colegiata de Bolea y su magnífico retablo, el Monasterio de Casbas, fundado en el siglo XII, o la majestuosa iglesia de San Miguel de Foces, en Ibieca. Y si quieres seguir disfrutando de templos con encanto, puedes hacer una ruta por las numerosas ermitas que existen en torno a Huesca, como las de San Jorge, Salas y Loreto.

Pero además de patrimonio, no muy lejos de la capital oscense podrás disfrutar de privilegiados miradores como el Salto de Roldán. Dos enormes torres conglomeradas conforman este paraje envuelto en leyenda que te sorprenderá por la inmejorable panorámica que ofrece de toda la Hoya de Huesca, con la sierra de Guara como telón de fondo.

En Zaragoza, huella de culturas

Basilica del Pilar en Zaragoza @Turismo Aragón

Viajar a Zaragoza es sentir la huella de todas las culturas que pasaron por la ciudad. Romanos, musulmanes, judíos y cristianos estuvieron allí, dejando una gran impronta de monumentos espectaculares y curiosos. Lo más importante, claro, es la Basílica del Pilar, el mayor templo barroco de España y uno de los grandes iconos de la ciudad.

Por su parte, el Palacio de la Aljafería y la catedral del Salvador, más conocida como La Seo, son las otras dos joyas artísticas que no podemos dejar de visitar si vamos a Zaragoza y llamativos por su hetereogeneidad estética.

Paseando por el centro de la ciudad, que es muy agradable, aunque si vais en invierno os tendréis que abrigar bien, veréis fabulosos edificios renacentistas, fachadas modernistas y yacimientos romanos que son hoy museos, así como el Foro, las Termas públicas, el Puerto fluvial y el Teatro, que es el conjunto que conforma la Ruta de Caesaraugusta.

Vistas de Zaragoza @Turismo Aragón

En Zaragoza, además, debemos poner también la mirada en Francisco de Goya y visitar el Museo de Zaragoza, en la céntrica plaza de los Sitios, o el Museo Goya – Colección Ibercaja, donde se exponen las grandes series de sus grabados.

Si sois amantes de la naturaleza, id al recinto Expo, que es otro de los rincones más especiales de la capital, ya que allí está el Acuario fluvial, uno de los más grandes de Europa, y donde podréis ver los cocodrilos del Nilo o la nutria, aunque hay más de 350 especies que sorprenderán a los niños.

En este espacio de Expo, también se ubican el Pabellón Puente, la Torre del Agua y el Palacio de Congresos, un flamante legado de infraestructuras que dejó en la ciudad de Zaragoza la Exposición Internacional del 2008.

En los paseos zaragozanos, aprovechad para hacer algunas compras en los comercios de la ciudad, ya que hay muchos espacios comerciales, aunque destaca el Puerto Venecia, galardonado con el premio MAPIC 2013 al mejor centro comercial y de ocio del mundo. También podéis hacer paradas y picar algunas tapas y raciones en sus bares y tabernas de toda la vida, como las que están en las Plazas de Santa Marta, San Miguel y Santa Cruz.

Cerca de Zaragoza también hay planes disponibles muy cuidados por la gente amable de Aragón, como acudir por ejemplo a conocer más de Fuendetodos, la ciudad de Goya, así como conocer espacios de enoturismo y rutas de senderismo en la naturaleza. ¡Es que hay de todo! Eso sí, no os podéis perder las Fiestas del Pilar, el 12 de octubre, que es la festividad más especial de Zaragoza, así como la Semana Santa, que ha sido declarada de  Interés Turístico Internacional.

Teruel, cruce de culturas

Catedral de Teruel @Turismo Aragón

Y cerramos el círculo en Teruel, la ciudad donde reina el estilo mudéjar y el Arte Nouveau, tan celebrado en Cataluña y sobre todo en París a finales del S. XIX y el S. XX. Allí los amantes de la arquitectura y los monumentos vais a disfrutar, todos ellos impresionantes y llenos de historias.

Teruel tiene aires medievales que se dejan sentir en sus calles, así como ensu legado relacionado con el arte, ya que paseando por sus calles vemos que se ha hecho un gran trabajo de conservación de edificios y monumentos, tanto en espacios civiles como religiosos.

Destacan las bellas Torres del Salvador, San Martín y San Pedro, encargadas de guiar al visitante en su paseo por el centro histórico y, además, son algunos de los exponentes más interesantes del arte mudéjar en Teruel, dejando constancia de la convivencia entre culturas. Junto a las torres, como decimos, merece la pena contemplar el cimborrio y la techumbre de la Catedral de Teruel.

La historia de amor de Diego e Isabel, los amantes de Teruel

Amantes de Teruel @Turismo Aragón

Y no podemos citar a Teruel y no referirnos a la historia de amor, preciosa y trágica, de Diego de Marcilla e Isabel de Segura, más conocidos como los Amantes de Teruel.

Sus restos descansan en el Mausoleo de los Amantes, anexo a la iglesia de San Pedro. Cada mes de febrero, los turolenses sacan del armario sus trajes medievales para recrear Las Bodas de Isabel, una fiesta popular que hará trasladarte al Teruel del S. XIII.

Otra buena ocasión para acercarnos a Teruel es con motivo de sus divertidas Fiestas de la Vaquilla, que tienen lugar en julio. La visita se convertirá en inolvidable si pruebas su rica gastronomía donde el Jamón de Teruel (Denominación de Origen Protegida) es ¡¡lo más top que vais a probar!!

Edificios de Teruel @Turismo Aragón

Pero, claro, en Teruel no todo es medieval y de estilo mudéjar, también tienen toques de distinción gracias a la influencia de uno de los movimientos del arte más interesantes y sofisticados de la Historia del Arte: el Modernismo. Aquí también podréis apreciar magníficos ejemplos de arquitectura modernista en la plaza del Torico, punto neurálgico de la ciudad. De esta misma época es la hermosa escalinata del paseo del Óvalo, de estilo neomudéjar.

Si vais con niños, no os perdáis Dinópolis, el parque paleontológico más grande de Europa, situado a las afueras de la ciudad.