Juegos Olímpicos
Juegos Olímpicos de París

Las lágrimas de rabia de Rafa Lozano tras caer en los Juegos: «No sé qué han valorado los árbitros»

Lozano no consiguió emular a su padre, doble medallista olímpico

El dominicano Yunior Alcántara fue su verdugo en cuartos de final

Calendario del boxeo olímpico en los Juegos de París

Los Rafa Lozano, padre e hijo, boxeadores de nombre idéntico, protagonizaron una emotiva escena tras la eliminación del benjamín en los cuartos de final de lo Juegos Olímpicos de París. Ambos se fundieron en un sentido abrazo en los pasillos del Paris Norte Arena donde empezaron a curarse las heridas de la derrota, pero también a desahogar la rabia compartida por la decisión de los jueces en el combate contra el dominicano Yunior Alcántara.

Y es que el hijo estaba a un solo combate de asegurarse la medalla y emular al padre, que ganó una plata en Sidney 2000 y un bronce en Atlanta 1996. Sin embargo, los jueces lo sentenciaron por un ajustado marcador en contra (3-2) que ninguno de los dos compartió. La rabia se extendió por la familia por una ocasión desperdiciada, aunque los 19 años del heredero auguran nuevas oportunidades en el futuro.

«Me estaba viendo ahora el combate y no me he visto perder. No he sentido que haya perdido porque es verdad que en el primer asalto él ha sido superior, pero no en el segundo ni en el tercero. La verdad es que no se qué están valorando los árbitros. Pero no justifico la derrota, solo queda eso, mirar mis fallos», dijo Lozano júnior ante la prensa española.

Antes de hablar, el púgil tuvo que darse un rato de descanso en el vestuario para secarse las lágrimas. La incomprensión era total. «En el segundo asalto ni me ha llegado. No sé por qué no lo amonestaban los árbitros porque no quería boxear. Es una de las derrotas más duras de mi vida por la importancia que tiene. El año que viene iré al Mundial a por la medalla de oro», garantizó.

El enfado de Rafa Lozano padre

Antes, su padre tomó la palabra nada más consolar a su hijo. «Ese abrazo ha sido de padre, el entrenador se queda en el vestuario», aclaró, antes de analizar el combate. «El primer asalto ha estado parejito y podía haber caído de un lado o el otro. El segundo asalto ha sido claro de Rafa y le han puntuado igualmente en contra. Y en el tercero, lo único a lo que se ha dedicado el dominicano es a moverse, moverse, moverse y no confrontar el combate. El boxeo no es quien más defienda, sino quien más conecte. Para mí era un 4-1 a favor, no en contra», denunció.

«Los árbitros no han tenido un criterio unificado, sino que han tenido un criterio personal. Cada uno ha visto un combate diferente. En el tercer asalto ha sido Rafa quien ha puesto la carne en el asador, pero ellos han visto otra cosa. Pues ya está, su decisión no podemos cambiarla», se resignó.

Además, el patriarca de la familia Lozano también reveló las palabras de consuelo que dirigió a su hijo. «Le he dicho que estoy orgulloso de él y que estoy feliz por lo que ha hecho aquí. A los Juegos Olímpicos no viene cualquiera y se la ho ganado por méritos propios, no porque sea mi hijo, que muchas veces la gente confunde. Quien sube al ring es él, no yo. Yo le doy la oportunidad y él aprovecha. Que esté tranquilo, feliz y orgulloso de lo que ha hecho», finalizó. Seleccionador, pero sobre todo, padre.