Investigación

El testigo clave del ‘caso Erial’ revela que a la UCO sólo le interesaba Zaplana: «Queremos al político»

El abogado uruguayo asegura que los agentes de la UCO se lo llevaron a un bar de copas y le dijeron: "nos interesa el político".

Fernando Belhot pasó de negar todas las acusaciones a autoincriminarse y declararse supuesto testaferro de Eduardo Zaplana.

El testigo clave del caso Erial, Fernando Belhot, que asegura ser el testaferro de Eduardo Zaplana -sin aportar ni una sola prueba documental que corrobore su testimonio-, revela a OKDIARIO que agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, al frente de la investigación, le confesaron que querían ir a por el ex ministro del PP. «Sólo nos interesa el político», le manifestó uno de los investigadores en un bar, cerca de la calle Salinas del Rosio donde se encuentra la unidad, mientras tomaban «una copa».

El testaferro involucrado en otras causas de corrupción como Odebrecht, que se instruye en la Audiencia Nacional, y vinculado a nivel internacional en tramas como la de Lava Jato, Petrobras, BPA o los papeles de Panamá de Mossack & Fonseca, captó la insinuación que le lanzó el agente. En ese momento, el uruguayo acababa de declarar en las diligencias previas 91/2016 del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional sobre el caso Lezo.

Agentes de la UCO

El interrogatorio fue el 23 de junio de 2017 y afirmó que Zaplana nunca le había solicitado sus servicios ni él se los había proporcionado. Pero, el agente –según ha revelado el propio Belhot– se lo llevó a tomar una copa a un bar en las inmediaciones de la sede la UCO y en un ambiente distendido le dijo: «Nosotros queremos al político».

Belhot recuerda que cuando los investigadores le transmitieron que estaban interesados en el político, respondió con una frase esquiva alegando que «él no sabía nada, sólo era un enamorado de España». OKDIARIO posee en su poder material que prueba la revelación del testaferro uruguayo a este periódico.

Se da la circunstancia de que los agentes con números de la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP) T21318X y U64013X que tomaron declaración a Belhot en la sede madrileña de la UCO por la trama Lezo, ya estaban investigando en secreto a Zaplana en el marco del caso Erial. De hecho, ambos agentes del Grupo de Delitos contra la Administración de Justicia de la UCO intervinieron las comunicaciones telefónicas de los móviles del investigado Miguel Barceló sólo unos meses después, tal y como lo ordenó la instructora del caso Erial, la juez Isabel Rodríguez.

Interrogatorio a Belhot

Objetivo: Zaplana

El abogado Belhot, que ha ejercido internacionalmente como testaferro, fue imputado en la trama Erial al demostrarse que era el beneficiario de las cuentas y las sociedades radicadas en paraísos fiscales que estaban siendo investigadas en las diligencias llevadas a cabo en el Juzgado de instrucción número 8 de Valencia. Pero, el uruguayo aprovechó el «guante» que le lanzó, unos meses antes, el agente la UCO e incriminó a Zaplana para salvarse.

Para ello, Belhot contó también con el beneplácito del fiscal anticorrupción Pablo Ponce con quien llegó a un acuerdo para pasar de investigado a testigo a cambio de «colaborar con la Justicia», según el escrito número 455 incorporado al sumario. Esa colaboración se tradujo única y exclusivamente en señalar a Zaplana –sin aportar una sola prueba documental–, satisfaciendo así los deseos que los agentes de la UCO le habían transmitido unos meses antes, según el propio abogado uruguayo.

Así, el fiscal Ponce viajó junto a agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el 12 de junio de 2018, en una comisión rogatoria a Uruguay. Finalmente, el pacto se selló el 14 de diciembre y el abogado Fernando Belhot mediante el cual cambió su condición de imputado a testigo en el caso Erial.

Acuerdo firmado por el fiscal Pablo Ponce y Fernando Belhot

Personas próximas al ex ministro popular explican a OKDIARIO que «resulta sorprendente» la urgencia con la que se tramitó el inusual pacto. Tan sólo diez días después de firmarlo, coincidiendo con la celebración de Nochebuena, el 24 de diciembre, la magistrada María Isabel Rodríguez Guerola –al frente de la investigación– dictó un auto en el que se solicitaba la declaración por videoconferencia del uruguayo Belhot. Esta comisión rogatoria fue tramitada con extrema urgencia, según consta en los correos electrónicos intercambiados con la Justicia uruguaya, incorporado al sumario del ‘caso Erial’ al que ha tenido acceso OKDIARIO.

Cambio de versión

Belhot cambió radicalmente su versión y pasó de negar todas las acusaciones a autoincriminarse y declararse supuesto testaferro de Eduardo Zaplana. De esta manera, el investigado quedó liberado de las graves acusaciones que se le imputaban: delitos de cohecho, prevaricación y malversación.

Este tipo de acuerdo con un investigado supone un hecho inédito y sin precedentes en España. La jurisdicción española vigente no recoge el extremo de que un imputado quede totalmente impune, a cambio de «modificar la versión» de los hechos argumentados inicialmente, según explican a OKDIARIO expertos en Derecho.

Pero, con esta «estrategia» Belhot consiguió salir impune y los agentes obtuvieron lo que le solicitaron en un bar de copas: «Ir a por el político». OKDIARIO le ha preguntado al propio Belhot si los agentes le transmitieron el motivo de la aparente animadversión contra Zaplana. Él, dubitativo, ha contestado que quizás fuese para que la causa tuviese más impacto. Y es que hay un hecho claro: si Zaplana no hubiese estado investigado, esta causa no habría tenido la misma cobertura mediática.