Investigación

Los Mossos ya investigan la relación del imán de Ripoll con terroristas del 11-M destapada por OKDIARIO

El mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha insistido hoy en que la policía autonómica desconocía por completo los vínculos, destapados por OKDIARIO, que unían al imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty con varios terroristas implicados en los atentados del 11-M.

Trapero ha recalcado que el presunto cerebro de los atentados de Barcelona y Cambrils carece de antecedentes penales por hechos relacionados con el terrorismo y «no tenemos constancia de que mantuviera relación con ningún preso que cumpla condena por terrorismo en las cárceles de Cataluña», ha dicho.

Según ha asegurado, los Mossos nunca recibieron información oficial de que Satty estuviera vinculado con la célula yihadista que operaba desde un piso de la calle Lepanto de Vilanova i la Geltrú, que fue desarticulada en enero de 2006 por la Audiencia Nacional en la Operación Chacal.

No obstante, Trapero ha añadido que los Mossos ya están recabando «información de inteligencia» sobre estos hechos, para analizar los posibles lazos del imán de Ripoll con otras células yihadistas.

Recaudaban fondos en la mezquita

Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, estas pesquisas pasan por interrogar al presunto jefe de aquella célula terrorista, Mohamed Mrabet Fahsi, quien inicialmente fue condenado a siete años de cárcel por pertenencia a organización terrorista.

Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló la sentencia en febrero 2011 porque los pinchazos telefónicos que permitieron iniciar la investigación carecían de autorización judicial. Mrabet salió entonces de la cárcel y pasó a ocupar el puesto de imán de la mezquita Al Furkan de Vilanova i la Geltrú, considerada como una de las más radicales de toda España.

Los Mossos también intentar determinar si la célula de Ripoll, encabezada por el imán Abdelbaki Es Satty, recibió ayuda de algún experto del exterior para elaborar los explosivos que intentaban fabricar en el chalé de Alcanar (Tarragona) que saltó por los aires el jueves por la noche. Los Mossos sospechan que el cadáver del imán se encuentra ahora bajo los escombros del chalé.

Como ha informado este diario, al menos entre 2003 y 2005 el imán de Ripoll convivió en el piso situado en el número 52 de la calle Lepanto de Vilanova i la Geltrú con el jefe de la célula yihadista, Mohamed Mrabet Fahsi, y con el terrorista argelino Belgacem Bellil, quien viajó a Irak para perpetrar un atentado suicida contra la base italiana de Nasiriya en el que asesinó a 28 personas.

Reclutaban terroristas suicidas

La célula yihadista que operaba desde el piso de la calle Lepanto en el que vivía el imán de Ripoll recaudaba fondos en la mezquita Al Furkan para financiar su red terrorista. Mrabet captaba en la mezquita a jóvenes musulmanes «desarraigados» que eran adoctrinados y radicalizados en el piso en el que vivía el actual imán de Ripoll. El objetivo era enviar a estos jóvenes como terroristas suicidas a Siria, Irak y Afganistán.

Esta célula colaboraba estrechamente y tenía vínculos económicos con otra situada en Santa Coloma de Gramanet (desarticulada por la Audiencia Nacional en la Operación Tigris), que ayudó a huir de España a tres terroristas implicados en los atentados del 11-M.