Investigación
Las confesiones de Orleans ante el fiscal suizo

«Juan Carlos I vivía del dinero de los contribuyentes o de regalos oficiales de empresas españolas»

Álvaro de Orleans, en su declaración ante Yves Bertossa en octubre de 2018, pretendió desviar la atención del fiscal suizo sobre su protagonismo en la intermediación de los bienes de Juan Carlos I. El familiar del Rey Emérito, para justificar los pagos de los vuelos en jet privados por parte de la Fundación Zagatka, que según Orleans era de su propiedad y no del ex monarca, manifestó:

«Juan Carlos I no disponía de grandes medios, que no fueran los pagados por los contribuyentes españoles o regalos oficiales ofrecidos por empresas españolas».

Declaración Álvaro de Orleans

Con esos argumentos sobre el supuesto origen del dinero de Su Majestad (SM), el Príncipe de Orleans colocaba a Don Juan Carlos en una posición mucho más incómoda. Afirmaba que su primo recibía, además de sus emolumentos del erario público, «regalos oficiales» de empresarios españoles, sin aclarar la naturaleza de los donativos: si eran en metálico o en especie.

La explicación de Orleans, según un ex colaborador de la Casa del Rey, es la más perjudicial para la imagen del ex monarca: «Reconoce que Su Majestad recibió regalos pero no aclara qué tipo de gratificaciones, si fue una contribución para la construcción de un yate o la invitación a un determinado evento. Es una indefinición que puede provocar una mayor confusión: relacionarla con donaciones como la del ya fallecido Rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, que le regaló supuestamente 65 millones de euros, pero procedentes de hombres de negocios españoles».

Pero Orleans complicaba aún más la situación de Juan Carlos I cuando afirmaba: «No me preocupé en saber quién pagaba los otros viajes, que fue el error por mi parte. Mi asistente debió suponer que yo estaba de acuerdo en pagar dichos gastos, lo que no era el caso. El Rey realizó numerosos viajes más. Cuando me di cuenta de que dichos viajes estaban todos financiados por la Fundación Zagatka, me di cuenta de que tenía que decirle al Rey que esta situación no era correcta. Preciso que no era fácil decirle este tipo de cosas a Juan Carlos I. Finalmente pedí el reembolso de dichos viajes porque supe que Corinna Sayn Wittgenstein había disfrutado de dichos viajes y que no me correspondía pagar sus gastos».

Un Bombardier Challenger 605 como el que Juan Carlos I utilizó para viajar a Bahrein.

Un monarca sin dinero

Con las explicaciones de que su primo Juan Carlos I carecía de fondos para abonar los vuelos en jet privados, Orleans pretendía que Bertossa no levantara el velo de la opacidad de Zagatka. Esta fundación, constituida en la capital de Liechtenstein hace 15 años, sirvió para ocultar y blanquear el patrimonio exterior del Rey Emérito, según las investigaciones de Ginebra.

Cuando Orleans presentó a su primo Borbón como un monarca con corona pero sin dinero, el fiscal suizo le recordó que Juan Carlos I poseía 80 millones de euros en la Fundación Lucum, según sus investigaciones.

Álvaro de Orleans firma la declaración prestada ante el fiscal suizo.

Álvaro de Orleans pagó también los vuelos privados de Corinna través de la Fundación Zagatka, pero ella sí se vio obligada a reembolsar 3 millones de euros. La princesa alemana entregó el dinero al testaferro de Juan Carlos I, Dante Canonica, y el letrado suizo lo ingresó en una cuenta de Zagatka en el Credit Suisse de Ginebra. Corinna, personalmente, no se enteró de la existencia de la Fundación y de que, realmente, podía ser de Su Majestad hasta que comenzó en proceso judicial en Ginebra en 2018.

El propio Canonica, que declaró en la misma sesión que Álvaro de Orleans ante Bertossa, confirmó el reembolso de dinero en la cuenta de Zagatka.

Tras el desagradable incidente de la devolución del dinero por parte de Corinna a quien había sido su pareja durante años, Álvaro de Orleans siguió pagando los vuelos privados del Rey Emérito a través de Zagatka. Uno de los últimos jets contratados por el noble español en nombre de Juan Carlos I fue en 2016, dos años después de su abdicación, para realizar un viaje a Barhein y Abi Dhabi.

El lujoso interior del Bombardier Challenger 605, tal como lo muestra la web de la compañía Air Partner.

Consecuencias penales

Antes de su declaración, Álvaro de Orleans fue informado por la Fiscalía de Ginebra de «las posibles consecuencias penales de una denuncia calumniosa, de una declaración que induzca a error a la Justicia o de una obstrucción a la acción penal», según se recoge en los artículos 303-305 del Código Penal suizo.

El primo del Rey asume así mismo de que es «consciente de que va a ser interrogado sobre el origen de ciertos flujos entrantes en la cuenta de la Fundación Zagatka en el Credit Suisse».

Pero la primera respuesta de Orleans llega con un ‘no me acuerdo’ y un «tendría que consultar los documentos» sobre el origen de 4 ingresos seguidos de 250.000 euros -un millón- en la cuenta de la Fundación Zagatka, efectuados entre marzo y julio de 2008.

Los dos primeros fueron ingresados los días 26 y 28 de marzo y los otros restantes, durante el mes de julio.

Los documentos del Credit Suisse aclaran que las entradas de marzo corresponden al reembolso de un préstamo hecho a un amigo de Álvaro de Orleans, pero tal amigo figura sin nombre. Lo mismo sucede con los apuntes de julio, que pertenecen a otro supuesto amigo. Como estos ingresos anónimos hay muchos más en la cuenta.