Bono colocó a un cargo del PSOE como asesor del presidente de República Dominicana

El político socialista José Bono colocó a Alberto Muiños, un cargo del PSOE próximo a él, como asesor de Luis Abinader, presidente de República Dominicana. No es el primer puesto de la administración pública en el que Muiños ha sido enchufado. En 2016, antes de estar destinado en Santo Domingo, gracias a su amistad con Bono, fue jefe de gabinete de la también socialista Gabriela Bravo, consejera de Justicia de la Comunidad Valenciana.

El fichaje de Muiños se produjo tan sólo 20 días antes de que el presidente caribeño firmara un decreto en el que otorgaba a Bono la nacionalidad dominicana “a título de naturalización privilegiada”. La amistad entre Abinader y Bono viene de lejos. Ambos se conocieron en 2013, cuando Abinader, entonces en la oposición, invitó al político socialista español a la inauguración del Centro de Estudios de Políticas Públicas. Esta institución fue fundada por el propio Abinader.

Hasta hace unos meses, el cargo del PSOE próximo a José Bono presumía en sus redes sociales de ser alto empleado del Gobierno de la isla paradisiaca. “Ahora trabajo en el Gabinete de Luis Abinader en la Presidencia de la República Dominicana”, decía en su perfil de Twitter. También publicaba de manera habitual numerosas fotografías sobre su nueva vida a más de 6.000 kilómetros de España. Sin embargo, cuando OKDIARIO comenzó a investigar esta opaca contratación y empezó a hacer llamadas a la secretaria del despacho del presidente Abinader, todas estas pruebas desaparecieron de la red. Este periódico logró conservar copias de los mensajes, que se reproducen en este artículo.

Un miembro del equipo de Milagros Germán, directora de comunicación del Gobierno de República Dominicana, se comprometió con este periódico a dar detalles sobre la contratación de Muiños. Sin embargo, después de varios meses de espera aún nadie del Gobierno ha facilitado a OKDIARIO la información. En ninguna parte del portal de la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo de la República Dominicana, donde están registrados los nombres de todos los altos cargos y asesores del Gobierno, está registrado el nombre del cargo del PSOE próximo a Bono.

Tampoco han oído hablar de él en el Ministerio Administrativo de la Presidencia. De hecho, una de las responsables de recursos humanos de este organismo dijo en una conversación con OKDIARIO: “No tenemos a nadie trabajando aquí con ese nombre”. Tras estas llamadas, alguien avisó a Muiños, quien eliminó rápidamente su vínculo con la cúpula del poder caribeño. Su descripción en Twitter, que otrora usaba para presumir de su nuevo trabajo, pasó a ser: “Biografía en construcción”. Y de esa frase, a esta otra, que actualizó semanas después: “Hago cosas, así en general”, palabras que mantiene hoy día en un perfil en el que hace campaña por Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

La vida caribeña

“Otro país, otro apellido”, afirmaba Muiños junto a otra fotografía tomada el pasado 22 de septiembre en un acto público de Abinader. Al mismo tiempo que el cargo del PSOE próximo a José Bono presumía ante sus seguidores de ser el hombre fuerte de un presidente latinoamericano se quejaba de que habían escrito mal su apellido en un letrero posado en una de las mesas de trabajo del Palacio Nacional, sede del Gobierno dominicano. En vez de poner “Alberto Muiños” ponía “Alberto Muñiz”, algo que molestó enormemente al asesor socialista.

Tras publicar esa fotografía en su Twitter sus seguidores la empezaron a comentar. “Lo primero que he pensado es que os ponían una tableta de chocolate en cada reunión”, comentaba Joaquim Clemente, asesor de Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana. A lo que Muiños añadió: “Voy a decir que lo propongan en la próxima reunión”. Otro cargo socialista, Manuel Mata –portavoz del PSOE en las Cortes Valencianas– también se animaba a hacer comentarios. “¡Lujo!”, decía. “Todo ventajas, jejeje”, se jactaba Muiños.

A comienzos del mes de agosto de 2020, cuando aún no se conocía el paradero del Rey Emérito, el cargo del PSOE próximo a Bono bromeaba con una noticia que compartió en sus redes sociales. La noticia se titulaba así: “Don Juan Carlos ya está en República Dominicana”, cuando en realidad se encontraba ya en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Y Muiños añadió: “No, no estamos buscando piso juntos”.

Al igual que el asesor socialista eliminó todas las pruebas de su vínculo dominicano en Twitter, también lo hizo en Instagram, donde presumía constantemente de lo que él mismo denominaba “Caribbean live” (traducido del inglés, “la vida caribeña”). Ahora la cuenta es privada. Es decir, sólo pueden ver sus publicaciones las personas que él previamente acepte. En otras de las imágenes que publicó entre los meses de agosto y octubre se ve el despacho y las salas de reuniones en las que trabaja o diversas localizaciones del casco histórico de la ciudad de Santo Domingo, como la Escuela Nacional de Artes Visuales.

El eterno sustituto

Muiños comenzó su carrera política en el PSOE del barrio madrileño de Fuencarral. Su primer gran valedor fue Juan Segovia, otrora aspirante a hacerse con las riendas del partido a nivel regional. Sin embargo, abandonó la política en 2018 de manera abrupta. Segovia ascendió el cargo del PSOE próximo a José Bono a cambio de que controlara a los críticos que había en la formación, que denunciaban constantemente prácticas de financiación ilegal. Como premio, Muiños recibió la secretaría de Organización del partido a nivel local.

Anteriormente, Muiños pasó por otros cargos. Del año 2012 a 2015 fue el portavoz adjunto del grupo municipal socialista en el distrito de Fuencarral-El Pardo. También fue responsable de las áreas de Educación, Cultura y Hacienda. Durante aquellos años, Segovia y Muiños cenaban de manera habitual con Bono. Fue en esas cenas, que llegaron a ser semanales, cuando Muiños y el ex político del PSOE comenzaron a fraguar su relación de amistad.

En septiembre de 2016, la socialista Gabriela Bravo, consejera de Justicia de la Generalitat Valenciana, se quedó sin su jefe de Gabinete, Luis Fernando Rodríguez, que había sufrido un grave accidente de tráfico. Fue entonces cuando llamó a Bono y le pidió algún nombre de confianza para suplir de manera temporal este puesto. José Bono no dudó en recomendar a Muiños, que fue fichado rápidamente. Este nombramiento causó un gran revuelo, ya que algunos de sus compañeros en el Gobierno de Ximo Puig aseguraban: “Después de 11 años aún no había terminado la carrera de Economía”.

Tras la recuperación médica de Rodríguez y su regreso a su puesto de trabajo, el cargo del PSOE próximo a Bono pasó a ser asesor de la Consejería. Posteriormente, Rodríguez viajó a Madrid para incorporarse al equipo de comunicación del Ministerio de Justicia y su puesto, en vez de retornar a Muiños, fue adjudicado a Darío Moreno, que hasta ese momento trabajaba en un programa de Naciones Unidas en Nueva York.

Pocos meses después, Moreno se presentó como candidato del PSOE a la Alcaldía de Sagunto, en Valencia, y resultó elegido alcalde. Fue entonces cuando, nuevamente, el puesto de jefe de gabinete de la Consejería de Justicia se quedó vacío y, otra vez cumpliendo una sustitución, volvió a ser ocupado por Muiños hasta su viaje a la República Dominicana.