Investigación

El jefe del CNI catalán estaba en la mesa que dio 430 millones de la Generalitat a su antigua empresa

El jefe del CNI catalán, Carles Flamerich, formó parte de la mesa de contratación que adjudicó 430 millones de euros públicos de la Generalitat a su antigua empresa, T-Systems. El Ejecutivo catalán recurrió luego a esta misma empresa, T-Systems, para gestionar el voto electrónico en los referéndum ilegales de independencia del 9-N y el 1-O.

Entre enero de 2011 y noviembre de 2013, Carles Flamerich fue director general de Telecomunicaciones de la Generalitat y presidente de la agencia de ciberseguridad CESICAT, que la Guardia Civil considera como el embrión del «CNI catalán». Al mismo tiempo, Flamerich era el responsable de la sectorial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) del PDeCAT, el partido de Artur Mas y Carles Puigdemont.

Durante esta etapa, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat –que dependía de Carles Flamerich– licitó cuatro megacontratos, por un importe global de 2.014 millones de euros, para comprar equipos, aplicaciones informáticas e “infraestructuras de proceso de datos» destinadas a la Administración autonómica.

Para adjudicar estos contratos millonarios, Carles Flamerich no recurrió a la fórmula del concurso –que garantiza la igualdad de oportunidades entre todas las empresas y prima a la oferta más barata–, sino que puso en práctica un procedimiento denominado «diálogo competitivo», que otorgaba a la Generalitat una extraordinaria discrecionalidad.

Participó en todo el proceso

El CTTI creó una «mesa de diálogo» que celebró varias rondas de consultas con todas las empresas aspirantes, para valorar sus ofertas y decidir a cuál adjudicaba cada contrato. Como ha informado OKDIARIO, T-Systems (la empresa para la que Carles Flamerich había trabajado durante dos años) obtuvo en este procedimiento varios lotes que suman 430 millones de euros. Entre ellos, un contrato de 99,2 millones para suministrar los equipos informáticos destinados a los funcionarios de las Consellerias de Interior, Justicia, Agricultura, Territorio y Gobernación.

Como constató luego la Sindicatura de Cuentas (el órgano encargado de fiscalizar la contabilidad de la Administración autonómica), el propio Carles Flamerich formó parte de la «mesa de diálogo» que dio contratos por valor de 430 millones de euros a su antigua empresa, T-Systems.

Como miembro de la mesa, Flamerich participó en todo el procedimiento hasta que, el 11 de junio de 2012, hizo constar en acta «su voluntad de abstenerse en los debates y votaciones y renunciar a formar parte de la Mesa especial de contratación del diálogo competitivo».

Tal como destaca la Sindicatura de Cuentas en su informe, el procedimiento se cerró tan sólo cinco días después, el 16 de mayo, por lo que Flamerich «participó en todas las fases del diálogo, excepto en la adjudicación». Es decir, tomó parte en todas las reuniones en las que se negoció con las empresas aspirantes y se valoró sus ofertas.

El cuñado de Artur Mas

Al respecto, la Sindicatura de Cuentas indica en su dictamen: «Puesto que existían causas de abstención y renuncia [la antigua relación laboral de Flamerich con una de las empresas aspirantes, que finalmente obtuvo contratos por valor de 430 millones], éstas deberían haberse manifestado al inicio del proceso y, por tanto, esta persona no debería haber formado parte de la mesa de diálogo» en ningún  momento.

Como ha informado OKDIARIO, además de T-Systems otras empresas vinculadas a dirigentes del PDeCAT resultaron especialmente favorecidas en este procedimiento. Una de las más beneficiadas  fue Seidor, que había fichado como consultor a Joan Antoni Rakosnik, cuñado del entonces presidente de la Generalitat Artur Mas. Desde 2010 Seidor ha obtenido contratos de la Generalitat por importe de más de 400 millones de euros.

De los cuatro grandes contratos licitados por el CTTI, un lote de 52,7 millones de euros fue a parar a la empresa Vass, cuya gerente, Eugenia Menéndez Rakosnik, es sobrina de Artur Mas y formaba parte de la sectorial TIC del PDeCAT. Y otro lote de 54,1 millones de euros fue adjudicado a Accenture, cuyo gerente, Marcelo Manta, también era miembro de la sectorial TIC del PDeCAT que dirigía el mismo Carles Flamerich.

Otro lote de 166,6 millones de euros fue a parar a una UTE participada por la empresa tecnológica Emte de Carles Sumarroca, hijo de uno de los fundadores de Convergencia e imputado por financiar al PDeCAT con la trama del 3%. Y un lote menor, adjudicado por 9,2 millones de euros, fue para Unitecnic, filial del grupo Mediapro del millonario Jaume Roures, quien actuó como anfitrión de la cena en la que Pablo Iglesias y Joan Tardà negociaron el apoyo de Podemos al proceso de independencia de Cataluña.

Los espías de la Generalitat

Varios lotes más fueron a parar a empresas que financian a CTecno, la fundación de la que el mismo Carles Flamerich ha sido creador, presidente y director general durante casi 10 años. En su informe, la Sindicatura de Cuentas detectó numerosas irregularidades en el proceso y advirtió que el «diálogo competitivo» puesto en marcha por Flamerich para adjudicar los cuatro megacontratos vulneró abiertamente la Ley de Contratos del Sector Público.

La Guardia Civil y la Fiscalía de la Audiencia Nacional investigan ahora estos contratos, por considerar que han podido servir para poner en marcha el «CNI catalán», una suerte de servicios secretos de la Generalitat que han intervenido ilegalmente conversaciones telefónicas, espiado a empresarios y creado bases de datos ilegales sobre particulares.