Investigación

La Fundación de Podemos animó a Chávez a reclutar jóvenes españoles en unas «brigadas internacionales»

La Fundación de Pablo Iglesias propuso al presidente venezolano Hugo Chávez reclutar a jóvenes españoles y de otras nacionalidades en unas «Brigadas Internacionales de Apoyo a la Revolución Bolivariana», a semejanza de las que combatieron en la Guerra Civil española.

La Fundación CEPS (de cuyo patronato han formado parte Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón) planteó esta propuesta en un informe de 28 páginas remitido al Gobierno de Caracas el 9 de abril de 2011.

Se trata de uno de los documentos que permitieron a la Fundación vinculada a los líderes de Podemos cobrar 4,2 millones de euros del régimen chavista durante 10 años, entre 2004 y 2014, por supuestas labores de «asesoramiento».

En el informe elaborado en abril de 2011, la Fundación CEPS indica que la puesta en marcha de unas «Brigadas Internacionales de Apoyo a la Revolución Bolivariana», integradas por jóvenes de diversas nacionalidades, tendría una doble virtud: sevirían para «romper con el aislamiento al que la dictadura mediática quiere relegar al Proceso Bolivariano (…) y facilitarían que la Revolución cuente con un mayor respaldo internacional en caso de una eventual agresión del imperialismo estadounidense».

Para ello, CEPS propone «propiciar que jóvenes y no tan jóvenes de terceros países, preferentemente de Nuestra América aunque no exclusivamente, pudieran realizar estancias temporales en Venezuela para empaparse de su realidad y ejercer de difusores de la misma al regresar a sus países». Y añade: «Los brigadistas podrían permanecer semanas o meses, en función del formato y de su disponibilidad, ayudando en labores de organización política, agricultura, educación, etc.»

Aunque habla de reclutar a jóvenes «preferentemente» latinoamericanos, el informe de 28 páginas insiste una y otra vez en la necesidad de tender puentes entre el régimen chavista y la izquierda española. Un objetivo que los principales dirigentes de la Fundación CEPS cumplieron tres años después, al fundar Podemos, tras recibir una inyección económica de 4,2 millones de euros por sus labores de «asesoramiento» al Gobierno de Hugo Chávez.

Como la Brigada Abraham Lincoln

Pero los miembros de estas «brigadas internacionales» no se iban a limitar a realizar labores en la agricultura de Venezuela, ya que los «asesores» españoles de CEPS dejan claro que uno de los objetivos era dar respaldo a la Revolución chavista ante una «eventual agresión del imperialismo estadounidense».

El informe cita expresamente, como fuente de inspiración, la Brigada Abraham Lincoln, como «una muestra simbólica de la lucha estadounidense contra el fascismo y el imperialismo [en la Guerra Civil española], muchos de cuyos supervivientes fueron represaliados cuando regresaron a EEUU y perseguidos durante el macarthismo».

Los asesores de la Fundación de Pablo Iglesias añaden que, con el fin de poner en marcha su particular programa Erasmus revolucionario, «se podría consultar a los compañeros cubanos para pedir asesoría sobre el éxito de las brigadas de trabajo que durante todos estos años han estado organizando con sus aliados internacionales».

Se trataría por tanto, a imitación del modelo cubano, de instruir a jóvenes europeos y latinoamericanos en la doctrina y las técnicas de la revolución bolivarianos, para que regresaran luego a sus países de origen convertidos en agentes del régimen venezolano.

La Guerra Civil española como inspiración

El informe especifica que estas «Brigadas Internacionales» deberían ser «alentadas» por el Gobierno de Hugo Chávez, «sin menoscabo de que organizaciones como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) o los Consejos Comunales pudieran colaborar».

Todo ello, apunta la Fundación de Pablo Iglesias, resultaría especialmente oportuno en un momento en el que «la Revolución Bolivariana es una de las principales referencias de lucha para todos los pueblos organizados y antiimperialistas del mundo».

El documento también propone introducir en la formación de los oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas «aquellos elementos relacionados con la Guerra Civil española, la lucha contra el fascismo, guerra de guerrillas y formación del Ejercito Popular Republicano que puedan resultar de valor histórico y militar».

Y cita el ejemplo del general Alberto Bayo del Ejército republicano español que, tras su participación en la Guerra Civil, «fue instructor de Fidel, Raúl y el Che» en técnicas de guerra de guerrilla desarrolladas en territorio mejicano.

La Ley de Memoria Histórica

El aparente desapego que los líderes de Podemos muestran ahora respecto al régimen chavista contrasta con la encendida defensa de la «revolución bolivariana» que realizan en sus informes a través de la Fundación CEPS, en los que animaban al Gobierno de Chávez a recurrir incluso a la «guerra de guerrillas» para defenderse de sus enemigos.

En el citado documento, los «asesores» de la Fundación de Pablo Iglesias animan al presidente Chávez a reivindicar el espíritu de la Segunda República y de los combatientes de la Guerra Civil para «conectar con un sector importante progresista-izquierda en España que todavía sigue teniendo una percepción errónea del proceso venezolano fruto de la intensa manipulación mediática existente».

Es decir, se trataba de nuevo de ganarse las simpatías de un amplio sector progresista de la población española, mostrando a Hugo Chávez como la encarnación de los valores de la Segunda República, en la que muchos votantes del PSOE e IU siguen viendo su particular modelo de democracia.

En el mismo sentido, el documento recomienda al régimen chavista «establecer relaciones permanentes» con el movimiento de la Memoria Histórica en España, mediante el «intercambio de experiencias entre familiares víctimas del Franquismo, víctimas del terror estatal y de la CIA en Venezuela y víctimas de las dictaduras imperialistas en el continente».

CEPS planteó la propuesta poco después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero impulsara la aprobación de la Ley de Memoria Histórica en España.