Investigación

CaixaBank exige a los Pujol que se lleven su dinero: OKDIARIO caza a Pere cerrando sus cuentas

Caixa Bank ya no quiere tener entre sus clientes a la familia del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol Soley, cuyos miembros están imputados en la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales y por el cobro de comisiones ilegales, entre otros delitos.

El cuarto hijo del ex president, Pere Pujol Ferrusola, acudió el viernes a una oficina de Caixa Bank situada en Barcelona para cancelar todas sus cuentas y depósitos, después de que la entidad financiera le comunicara que ya no desea tenerle como cliente.

Pere Pujol había visitado hace apenas una semana la misma sucursal situada en la avenida General Mitre, a pocos metros de la vivienda de su padre. Según testigos presenciales, mantuvo una discusión acalorada con el director de la oficina, ante el que protestó airado y levantando la voz porque había intentado utilizar sus tarjetas pero aparecían bloqueadas.

El director de la sucursal le explicó que la entidad financiera le había dirigido una carta, indicándole que le daba un plazo de 60 días para vaciar todas sus cuentas y liquidar sus depósitos, porque Caixa Bank ya no quiere trabajar con él. El hijo del ex presidente de la Generalitat abandonó la oficina ente protestas.

Pere Pujol Ferrusola llega a la oficina de Caixa Bank, el pasado viernes a las 10,20 de la mañana.

Pero regresó este viernes, 15 de septiembre, para atender este requerimiento. Aunque había sido citado a las 9.30 de la mañana, llegó con casi 50 minutos de retraso, portando un brazo en cabestrillo: se excusó alegando que había tenido que utilizar el transporte público, porque no está en condiciones de conducir su vehículo.

De nuevo, se mostró altivo y prepotente, pero cumplimentó los trámites para transferir todos sus fondos a otra entidad financiera y abonar las últimas comisiones bancarias que tenía pendientes.

El hijo del ex presidente de la Generalitat espera a ser atendido por un empleado de la oficina.

Pere Pujol Ferrusola no es, ni de lejos, el miembro más problemático de la familia Pujol, aunque como el resto de sus hermanos ha hecho negocios a la sombra del poder y se ha beneficiado del reparto de presuntas comisiones ilegales con los fondos que el clan ocultó durante varias décadas en Andorra.

Desde 1993, ha sido fundador y director de la consultora Entorn Enginyeria i Serveis, que estuvo presidida por el empresario Carles Sumarroca, quien está imputado en la causa judicial del 3% y por el pago de comisiones al primogénito del clan, Jordi Pujol Ferrusola. Sumarroca ha sido además cónsul general de Lituania en Barcelona: instaló el Consulado en la sede de su propia empresa de ingeniería, Teyco, que fue registrada por la trama del 3%.

Pujol Ferrusola se mostró prepotente y altivo con el personal de la entidad.

Siendo todavía presidente su padre, la Generalitat contrató los servicios de la consultora de Pere Pujol para elaborar informes medioambientales. Uno de estos informes, adjudicado en marzo de 2002, sirvió para dar luz verde a un parque eólico en Tarragona cuya autorización había denegado inicialmente la Generalitat.

La consultora de Pere Pujol Ferrusola también elaboró informes medioambientales para el canal Segarra-Garrigues, la mayor obra pública ejecutada en Cataluña, cuyas adjudicaciones investiga la Fiscalía Anticorrupción por el pago de comisiones del 3% al PDeCAT (antes CDC). En total, la consultora de Pere Pujol cobró más de 190.000 euros públicos de la Generalitat que entonces presidía su padre.

Pere Pujol abandona las oficinas de Caixa Bank, tras liquidar todas sus cuentas.

Pere Pujol Ferrusola prestó declaración ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata en noviembre de 2015, como imputado por los presuntos delitos de blanqueo de capitales, tráfico de influencias y falsedad documental.

Durante su comparecencia, la fiscal Anticorrupción Belén Suárez le preguntó por una transferencia de 11 millones de yenes que había recibido en sus cuentas. El cuarto hijo de Jordi Pujol aseguró que se trataba de los beneficios que había obtenido por la inversión en una empresa japonesa.