Investigación
MEMORIA HISTÓRICA

El bisabuelo clónico de Sánchez fue condenado por la República por matar a un compañero guardia civil

Juan Bautista Pérez-Castejón Marín, padre del legionario Mateo, pegó ocho tiros al otro agente al salir del retrete

OKDIARIO publica en exclusiva el expediente del caso por el que cumplió 16 meses de cárcel de un pena de 14 años

Juan Bautista Pérez-Castejón Marín, bisabuelo de Pedro Sánchez, fue un héroe de guerra en África y después un cumplidor agente de la Guardia Civil, pero en apenas diez años su destino cambió dramáticamente. OKDIARIO revela aquí todos los detalles a partir de diversa documentación oficial a la que ha tenido acceso.

Este bisabuelo de Sánchez fue el padre de Mateo Pérez-Castejón Díaz, el joven denunciado por «desertor» del Ejército republicano que se pasó al bando nacional como legionario en la Guerra Civil y que acabó siendo condecorado por el régimen de Franco con una Medalla de Campaña y dos Cruces Rojas del Mérito Militar.

Un pasado oculto todos estos años por el presidente del Gobierno que este periódico ha ido desgranando a lo largo de esta semana a partir de un trabajo de investigación en archivos militares y padrones municipales.

Por su parte, Juan Bautista –nacido en Lorca el 23 de septiembre de 1897 e hijo de Mateo y María– trabajaba de jornalero cuando en 1920 decidió presentarse voluntario en el Ejército. Ingresó en el Regimiento de Infantería España número 46, destinado en Cartagena, como voluntario.

En julio de 1921, después de la masacre de Annual, su unidad fue destinada a Melilla. Pérez-Castejón llega el día 26 al enclave español, en plena amenaza de las tropas del cabecilla rifeño Abdelkrim.

Extracto de la hoja de servicios del bisabuelo de Pedro Sánchez en la Guardia Civil.

Según consta en su expediente personal, custodiado en el Archivo de la Guardia Civil, intervino entre agosto y septiembre de 1921 en los combates contra los rifeños. En concreto, el hoy líder del PSOE participó en la campaña de Melilla durante tres años, hasta mayo de 1922. Por su actuación, obtuvo la Medalla Militar de Marruecos con el pasador Melilla y la Cruz de Plata del Mérito Militar.

El 15 de octubre de 1921, mientras se encontraba combatiendo en Marruecos, nació su primer hijo, Mateo, abuelo materno del presidente Sánchez. La madre de la criatura, Isabel Díaz Quesada, soltera, de 16 años, sería el gran amor de su vida. Se casaron en Lorca (Murcia) en agosto de 1923, legitimando así el padre al pequeño vástago.

Medalla militar de Marruecos con el pasador Melilla como la que recibió el bisabuelo guardia civil de Pedro Sánchez.

El haber servido en el Ejército le dio ventaja para solicitar la entrada en la Guardia Civil. Después de un primer examen en el que cometió errores de ortografía y de cálculo, se le concedió un mes más de preparación para mejorar su instrucción en letra y aritmética.

Pérez-Castejón aprobó finalmente en febrero de 1924 el ingreso en la Benemérita como agente de segunda. Aunque solicitó como destino la Comandancia de Marruecos, se le envió a la de Gerona, a San Feliú de Guixols, y después a la de Murcia, a Fuente-Álamo. A Mateo se sumaron en años sucesivos tres nuevos hijos de Juan Bautista: Santiago, María y Manuela.

Juan Bautista Pérez-Castejón Marín, bisabuelo de Pedro Sánchez.

Es en esta localidad murciana donde el día 20 de noviembre de 1932 va a convertirse en una fecha negra para los Pérez-Castejón. En la casa-cuartel, Pérez-Castejón esperó a su compañero de pareja, el guardia José Ruiz Capel, que estaba en el retrete. Tenían que salir de servicio como un día cualquiera.

Cuando Ruiz Capel terminó de hacer sus necesidades y salió del retrete, Pérez-Castejón le disparó con una pistola reglamentaria Star de calibre 9 milímetros largo, con cargador de ocho balas que vacío sobre su compañero, matándolo en el acto. El hijo de la víctima corrió a coger la pistola de su padre para dar cuenta del homicida, pero el sargento del puesto lo evitó, deteniendo al bisabuelo de Sánchez, que fue inmediatamente expulsado del Cuerpo.

Este suceso tuvo una gran repercusión en toda la prensa nacional. Aún hoy, su compañero José Ruiz Capel es recordado como caído en el Libro de Honor de la Benemérita, recientemente editado por la Fundación Guardia Civil, con prólogo de la directora general del Cuerpo, María Gámez, aunque no se cita el nombre del homicida. En una anterior discusión, Ruiz Capel también sacó la pistola ante el bisabuelo de Sánchez. La tragedia se estaba mascando entre uno y otro.

El Tribunal Supremo tuvo que dirimir si el caso pasaba a la jurisdicción militar o la civil. Finalmente, abogó por esta última al considerar que el suceso no tenía vinculación con el servicio que ambos guardias prestaban.

Documentación del bisabuelo de Sánchez sobre su estancia en la Comandancia de la Guardia Civil de Gerona.

Un juzgado de Cartagena instruyó la causa, cuya vista con jurado se celebró en junio de 1934. El jurado absolvió al bisabuelo de Pedro Sánchez, pero la sala, accediendo a la petición del fiscal, acordó la revisión ante un nuevo jurado.

En marzo de 1935 tuvo lugar el segundo juicio, en el que la Justicia republicana lo condenó a 14 años, 8 meses y un día por delito de homicidio sin agravantes ni atenuantes, como consta en el sumario número 5802 que se conserva en el Archivo Naval de Cartagena.

También se le impuso el pago de una indemnización de 15.000 pesetas a la familia de la víctima. El defensor pidió que se aplicaran la atenuante de arrebato y obcecación, pero la solicitud fue desestimada.

El antepasado de Pedro Sánchez comenzó a cumplir su condena en la cárcel de San Antón de Cartagena. En julio de 1936, la situación revolucionaria desencadenada por el golpe militar vació las prisiones en toda la zona leal al Gobierno. Con la salida de los presos comunes se agravaría la de por sí terrorífica represión en su retaguardia. Pérez-Castejón se beneficiará de esta situación. Como un prófugo, nunca más volvería a prisión a cumplir su condena. Sólo cumplió 16 meses –de marzo de 1935 a julio de 1936– de la condena de 14 años de cárcel.

El expediente recoge que cuando Juan Bautista abandonó la prisión, «marchó por la parte de Granada y después por Valencia como cabinero», un recorrido que coincide con el de su joven hijo Mateo enrolado también en filas rojas antes de ser denunciado por «deserción» en el frente de Teruel en 1938. En 1942, es ya localizado establecido en Madrid.