Aldama presumió ante la trama de tener atada la licencia con Industria: «Os veréis con Reyes Maroto»
Los empresarios del fuel pagaron dinero a Aldama para que se acelerase la concesión
«Os veréis con Reyes Maroto». Con esta frase Víctor de Aldama informó a los cabecillas de la trama de los hidrocarburos que, gracias a su mediación, conseguirían la licencia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez para poder defraudar 182 millones de euros sin pagar IVA. El empresario de Villafuel, Claudio Rivas, quería conseguir una licencia de operadora para eludir impuestos y recurrió a Aldama y sus lazos políticos. El comisionista se puso en contacto con Koldo García -entonces asesor del ministro de Transportes- que organizó una reunión en el Ministerio de Industria. Los empresarios de la trama fueron recibidos por altos cargos del ministerio, a los que remitieron documentación sobre sus peticiones, que acabaron siendo derivadas al Ministerio para la Transición Ecológica, que otorgó la licencia.
Claudio Rivas quería a toda costa una licencia para su empresa Villafuel. Trasladando su petición a personas del sector, una empresaria le presentó a Víctor de Aldama, que tenía excelentes relaciones con cargos del Ejecutivo que podían acelerar la concesión. Aldama, en ese momento, estaba muy vinculado a Koldo García y José Luis Ábalos, a quien había conocido a través de su hermano Rubén de Aldama, que ejercía como escolta del entonces ministro. Aldama pidió entonces a Claudio Rivas que debía pagar un chalet para Ábalos y que tenía que darle grandes cantidades de dinero como comisión para lograr la licencia gracias a sus contactos políticos. Fue entonces cuando Claudio empezó a efectuar pagos que fueron entregados en las dos oficinas que Aldama tiene el barrio de Salamanca de Madrid. También se dio dinero en su domicilio y su chófer recogía estas bolsas. Todo para lograr la licencia que les permitiría perpetrar el fraude.
Aldama mueve sus hilos en Industria
Aldama hizo su trabajo e informó a los miembros trama de que se reunirían con la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto. Les pidió los nombres para que pudieran entrar al ministerio y organizó la reunión en 2021. A la misma acudirían Claudio Rivas, su hermana María Luisa Rivas, una empresaria del sector y dos técnicos procedentes de Andalucía. Marisa decidió finalmente no acudir a la reunión y se quedó junto a un acompañante en la cafetería José Luis de Paseo de la Habana (Madrid). El resto cogió el coche del acompañante de Marisa y accedió sin problemas al párking del ministerio de Industria, ubicado en el número 160 del Paseo de la Castellana.
Claudio Rivas y su séquito accedieron al edificio. En el hall de entrada les estaba esperando Koldo que les guió hasta la primera planta. «Es el salón donde se reúne la ministra cuando tiene reuniones importantes», les dijo a los cabecillas de la trama que tomaron asiento en el despacho.
Allí, les recibió el entonces jefe de gabinete de la ministra, Juan Ignacio Díaz Bidart. Maroto, finalmente, no acudió a la reunión. Claudio Rivas y los técnicos les explicaron por qué querían la licencia, mientras Koldo daba a entender que la petición ya estaba hablada con la ministra. Bidart les pidió que enviasen la documentación telemáticamente, así como una copia de que ya estaba dentro del ministerio y les entregó su tarjeta de visita. La visita finalizó y sólo había que esperar.
Villafuel debía cumplir los requisitos exigidos por ley para convertirse en operadora, entre los que se encuentra tener un capital de al menos tres millones de euros. Claudio Rivas no contaba con dinero suficiente y pidió un préstamo a entidades bancarias que, según fuentes cercanas al empresario, acabó gastando pese a tener que ampliar capital. Para ser operadora también había que contar con gasolineras y eso sí lo cumplía Villafuel gracias a sus surtidores de Albacete y el del Niño Mula, ubicado en Murcia. La licencia, que debía tramitarse finalmente en el ministerio para la Transición Ecológica, fue rechazada en un primer momento.
Fue entonces cuando empezaron los problemas entre Claudio Rivas y Víctor de Aldama. «Me estáis estafando», llegó a decirle Claudio a Víctor. Aldama trató por todos los medios de que se la dieran valiéndose de Koldo y, tras muchas presiones, la consiguieron. El 15 de septiembre de 2022, meses después de la reunión en Industria, Villafuel se hizo operador y Claudio Rivas empezó a controlar sociedades por toda España para comenzar con el fraude. Canary Islands Fuel fue la primera de ellas.
La operadora Villafuel es el epicentro de toda la trama. «La investigación ha puesto de manifiesto que se trata de una sociedad creada para lograr sustentar el título de operador, título que facultaba a la organización criminal para operar en el mercado a través de la estructura instrumental de suministradoras y poder, de esa manera, perfeccionar el fraude. Es necesario resaltar que, sin ese título, la operativa de fraude investigada, tal y como la ejecutaron, no habría tenido lugar», señala un documento del sumario al que ha accedido OKDIARIO.