Internacional

Ucrania mata a 63 soldados rusos estacionados en Donetsk

Al menos 63 soldados rusos han muerto a consecuencia del lanzamiento por parte de las fuerzas ucranianas de cohetes contra una instalación en la región oriental de Donetsk, donde estaban estacionados los militares rusos, según informó el lunes el Ministerio de Defensa de Rusia. De esta forma, se produce uno de los ataques más mortíferos contra las fuerzas del Kremlin desde que comenzase la guerra hace más de 10 meses. Mientras, Kiev asegura que 400 militares fallecieron bajo el fuego de la artillería Himars, el Ministerio de Defensa ruso reduce la cifra a 63 bajas, como se ha indicado con anterioridad, y otras fuentes próximas al ejército ruso apuntan hasta 200 muertos.

Todavía así, el ataque, en el que se utilizó un arma de precisión suministrada por Estados Unidos, fundamental para que las fuerzas ucranianas alcancen objetivos clave, ha supuesto un nuevo revés para Rusia, que en los últimos meses se ha tambaleado ante la contraofensiva ucraniana.

Los blogueros militares rusos, cuya información ha sido en gran medida fiable durante la guerra, han indicad que la munición almacenada cerca de la instalación había estallado en el ataque y contribuido al elevado número de víctimas. Daniil Bezsonov, funcionario de la administración designada por Rusia en el Donetsk ocupado por Rusia, ha expresado su indignación por las pérdidas, que ha pedido que se castigara a los militares que ordenaron estacionar un gran número de tropas en la instalación.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en constante comunicación con Estados Unidos y la Unión Europea, ha acusado a Rusia de «terrorismo energético», ya que los bombardeos aéreos han dejado a muchas personas sin calefacción en medio de temperaturas bajo cero. Las autoridades ucranianas afirman que Moscú está «armando el invierno» para desmoralizar a la resistencia ucraniana.