Internacional

Túnez pierde un millón de turistas por los atentados yihadistas

  • Juanan Jiménez
  • Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

Túnez ha visto reducida a la mitad el número de turistas que visitaron el país tras los atentados del pasado mes de junio en un hotel español en Port Kantaoui, en Susa, a orillas del Mediterráneo. De los ocho millones de turistas que se registraron en los ocho primeros meses del año, la cifra ha caído a cuatro millones. Cadenas hoteleras, como la española RIU, han decidido abandonar el negocio hostelero en la zona por el riesgo que supone para sus inversiones.

El impacto del terrorismo islamista se está haciendo notar en una de las principales bazas con las que cuentan los países del norte de África. Túnez ha sido uno de los más castigados. En apenas unos meses, dos atentados han dado al traste con una de las industrias que tienen un peso específico en el PIB del país y en la generación de empleo.

El primer atentado tuvo lugar el 18 de marzo de 2015. Varios yihadistas irrumpieron en el Museo del Bardo de la capital tunecina matando a los 21 turistas que encontraron en su terrorífico camino. La espantada de visitantes sólo auguraba malos resultados para la industria a las puertas del verano. Ya en junio, un nuevo ataque terrorista, esta vez perpetrado por un ‘lobo solitario’, dio la puntilla a la mermada ya de por sí industria turística. Hubo 37 muertos y decenas de heridos. Touroperadores como TUI o Thomas Cook comenzaron a cancelar sus programas de vacaciones, principalmente de turistas de Reino Unido, Alemania y España.

La cadena hotelera española RIU ha anunciado su intención de abandonar sus negocios hosteleros en Túnez a partir del 1 de enero de 2016. Hay que recordar que fue precisamente un establecimiento de la cadena RIU, el hotel Marhaba Imperial, dónde se produjo el último atentado yihadista contra turistas en el país. RIU está dispuesta a compensar económicamente a los empleados y a los socios con los que romperá a partir del próximo año.

Una industria estratégica para Túnez

Túnez fue uno de los primeros países en impulsar la conocida como Primavera Árabe. En diciembre de 2010, los tunecinos salieron a las calles y reclamaron la caída del régimen de Ben Ali. Tras las revueltas, Túnez se embarcó en el único proceso democrático real de entre todos los países que se sacudieron el yugo de sátrapas y dictadores.

Las consecuencias del proceso democrático no evitaron la caída de una industria, la del turismo, que aportaba por encima del 9% al PIB del país en los años 2005 y 2006, y que fue decayendo progresivamente. La Primavera Árabe, de hecho, impactó negativamente en la cifra de negocio en el año 2011 ante la incertidumbre y la inseguridad reinante en el país. Una vez asentado ya el proceso de renovación político y social, el turismo volvió a coger impulso en los tres siguiente años, hasta que ahora, en 2015, ha vuelto a sufrir un revés del que será difícil que se recupere. En los últimos años, la aportación del turismo a las cuentas nacionales era del 7,3%.

El ministro de Turismo de Túnez, Salma Loumi, reconoció que «los visitantes en los primeros ocho meses del año han descendido en un millón de personas en relación al mismo periodo del año anterior». La economía tunecina se ha resentido no sólo por las pérdidas directas del sector, sino también por el impacto que indirectamente tiene en el bolsillo de los tunecinos. Las cifras de crecimiento que manejaba el Gobierno para 2015 eran de cerca de un 3%, mientras que la realidad es que la economía de Túnez se contraerá un 0,5% a causa de los atentados y del daño que han provocado en la industria turística.

Según el último informe de World Travel & Tourism Council, el turismo aportó directamente a la economía de Túnez  5.519 millones de dólares – unos 4.900 millones de euros- en 2014. El impacto en el empleo también es significativo: 473.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. Las previsiones de esta institución auguraban un crecimiento sostenido del sector turístico en Túnez hasta alcanzar en el año 2024 unos ingresos de más 8.000 millones de dólares.