Internacional

Terroristas aliados de Irán atacan con cuatro misiles una base de EEUU en Irak

El ataque ha dejado varios heridos entre el personal de la base

Los terroristas de Resistencia Islámica en Irak, aliados de Irán, han atacado este viernes, al anochecer, la base aérea iraquí Ain al Asad de la coalición internacional que lidera EEUU. Este brazo terrorista alineado con el régimen de los ayatolás lanzó cuatro misiles contra esta base e hirió de distinta consideración a personal destacado en este acuartelamiento. Estados Unidos no había detallado la cifra exacta de heridos en el momento de redactarse esta información. Este ataque se ha producido pocas horas después de que Irán anunciara oficialmente que ha decidido atacar a Israel.

En un breve comunicado, estos terroristas proiraníes afirmaron que «la base ocupada de Ain al Asad fue atacada» y reiteraron su intención de «continuar destruyendo los bastiones del enemigo con un ritmo acelerado», sin aportar más detalles. Por otro lado, una fuente de seguridad iraquí de la provincia de Anbar dijo a EFE que «la base aérea de Ain al Asad, al oeste de la provincia, fue atacada esta tarde por cuatro misiles Katyusha».

Según esta fuente, «las defensas aéreas lograron derribar dos de ellos antes de que alcanzaran sus objetivos, mientras que dos misiles cayeron en las cercanías de la base sin causar daños materiales ni humanos».

La semana pasada, la facción Kataib Hizbulá, el buque insignia de la amalgama de grupos armados proiraníes Resistencia Islámica en Irak, acusó a Estados Unidos de matar a cuatro de sus miembros en un ataque con drones que tuvo como objetivo posiciones de la formación al sur de Bagdad.

Ese bombardeo, que provocó cuatro muertes confirmadas por Kataib Hizbulá, se produjo después de que en las últimas semanas varias bases con presencia estadounidense en Irak y en Siria fueran atacadas por grupos desconocidos.

Sin embargo, el ataque de este lunes reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak devuelve al tablero a esta organización proiraní que cesó en gran medida sus ataques después de que en enero uno de sus drones matara a tres militares estadounidenses en la frontera entre Siria y Jordania.

Ese ataque provocó una respuesta de EE.UU. en territorio iraquí y la consiguiente condena del Gobierno de Bagdad, que pidió la expulsión de las tropas estadounidenses del país.

Eso desembocó en un proceso de negociación entre EE.UU. e Irak para establecer un cronograma que determine la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, apostadas en el país desde 2014 para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico.