Internacional

Los talibanes toman el control del palacio presidencial de Kabul e izan su bandera

Los talibanes han llegado ya al corazón de Kabul en la tarde de este domingo. Sobre las ocho de la tarde en horario peninsular -dos horas y media más en Afganistán-, los líderes del movimiento fanático conseguía entrar en el palacio presidencial de Kabul, haciéndose así de forma efectiva con el centro del poder en el país. Es la culminación de la reconquista de Afganistán por parte de los talibanes.

El presidente del país, Ashraf Ghani, había abandonado pocas horas antes el país consciente de que no le quedaba otra opción, ante el avance de los talibanes, que durante las últimas horas se han hecho con el control de Kabul, mientras las delegaciones diplomáticas occidentales tratan de orquestar la huida a través del aeropuerto. Un aeródromo en el que este mismo domingo se suspendían todos los vuelos comerciales, quedándose en funcionamiento únicamente los militares.

A su llegada al palacio presidencial, los talibanes se han dedicado a quitar las banderas de Afganistán que se encontraban a su paso, para izar en lo alto del edificio su enseña, blanca con caracteres en negro.

Según informaciones que llegan desde Kabul, los asaltantes han levantado ya un puesto de control en la carretera que lleva hasta el aeropuerto de la capital, para controlar las salidas y evitar que no salgan ciudadanos con los que tienen otros planes. Los norteamericanos habían solicitado a los talibanes que no tomaran el control completo de la ciudad hasta que hubieran podido sacar de allí a sus efectivos. Según reportes, Estados Unidos sigue manteniendo el control del aeropuerto, habiéndose escuchado varias explosiones y disparos en las últimas horas.

Según relató el ministro de Interior afgano, «los talibanes llegaron a la ciudad desde todos los sitios», y se han contado un puñado de heridos en hospitales, pero sin excesiva violencia. No se están registrando batallas especialmente duras, toda vez que los talibanes se están encontrando con facilidades para hacerse con el control de Kabul, tal y como sucedió ya en fechas recientes en sus llegadas a las otras grandes ciudades del país, como Herat o Jalalabad.