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ELECCIONES ECUADOR

El prófugo Rafael Correa grita «fraude» tras el fracaso de Luisa González de no imponerse con rotundidad

El prófugo ex presidente comunista de Ecuador, Rafael Correa, ha saltado enfurecido en sus redes sociales para denunciar un posible «fraude» tras el correctivo lanzado por las urnas que no le dieron una victoria clara a su candidata, Luisa González, quien se ve obligada a ir a la segunda vuelta en octubre.

Correa -condenado a ocho años de prisión por corrupción- había apostado por salir vencedor rotundo con su movimiento podemita, Revolución Ciudadana, sobre todo tras la desaparición por asesinato del candidato de centro-derecha Fernando Villavicencio quien estaba acariciando disputarle a Luisa González la victoria de acuerdo con los sondeos de hace un mes.

Los planes del fugado eran similares a los de su primera victoria en 2006, cuando se impuso precisamente al padre de la gran sorpresa de la pasada noche Daniel Noboa. El prófugo ganó entonces por más de 13 puntos en primera vuelta.

Sin embargo, las sospechas entre la ciudadanía, sobre todo en los seguidores de Villavicencio y su Movimiento Construye, de que Correa algo tuvo que ver con lo sucedido a su líder tras las amenazas que le lanzó y la situación de deriva que vive el país, no han incrementado los apoyos de la candidata del fugado -que no exiliado- ex presidente.

«Diana Atamaint  [presidenta del Consejo Nacional Electoral] acaba de reconocer ante el país que la plataforma del voto telemático sufrió ‘ataques’ de siete países. ¿Acaso no era responsabilidad del CNE establecer las seguridades necesarias? Esto, además de robarle el derecho al voto a nuestros migrantes, es para perjudicarnos: decenas de miles de hermanos se quedaron sin votar en Europa, donde usualmente ganamos de forma arrasadora. ¡FRAUDE!», exclamó desde X el dirigente comunista.

Escenario parecido a 2021

Con más del 96% del voto escrutado, el moderado Daniel Noboa y su Acción Democrática Nacional (ADN) logró casi un 24% de los apoyos, suficientes para disputarle la gran final a la ultracorreísta, Luisa González, que no logró despegarse del 33% de los votos.

El escenario actual nos retrotrae a 2021,  cuando el entonces candidato podemita de Revolución Ciudadana, Andrés Arauz obtuvo el 32,72% de los votos, frente al presidente Guillermo Lasso (19,74 %) y el líder indígena Yaku Pérez (19,39 %) compitiendo por el segundo lugar. En el día de hoy, la diferencia entre Noboa y el tercero, Christian Zurita (16,5%) sustituto de Villavicencio, es mayor que entonces por lo que las probabilidades de batir a la extrema izquierda de Correa son bastante grandes.

Además, la suma de los votos de Noboa con la del resto de candidatos que han quedado por detrás totaliza casi un 66% que serán fundamentales para crear precisamente ese bloque frente a Luisa González y derrotar a a la candidata manejada por el prófugo desde Bélgica.

Noboa -de 35 años e hijo de Álvaro Noboa, un conocido magnate bananero que se postuló cinco veces sin éxito a la presidencia- representa un relevo generacional. En apenas 10 días ha logrado una de las mayores remontadas de los últimos tiempos al pasar del octavo lugar de preferencias en los sondeos con menos del dos por ciento de apoyo al segundo lugar con posibilidades de ganar en la segunda vuelta, como hizo Guillermo Lasso en 2021.

«No será la primera vez que un nuevo proyecto le da la vuelta al ‘establishment’ político», aseguró Daniel Noboa quien añadió que los ecuatorianos «van a tener la oportunidad de votar por el correísmo y por la opción que no es el correísmo. Hay una alianza importantísima, que es la alianza con el pueblo».

El líder de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN) se identifica como de centro izquierda, cuenta también con el apoyo del partido del ex presidente Lenin Moreno, aunque ideológicamente se le sitúa en el centro derecha.

Hay que destacar que el padre de Noboa siempre ha sido un dirigente político enfrentado a Rafael Correa y que siempre reclamó la entrega de su otrora contrincante a la justicia.

El que salga a partir de octubre será un Gobierno para el año y medio que resta de mandato.