Manuel Valls reconoce el «fracaso» en el seguimiento judicial del terrorista que degolló al cura Jacques Hamel

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Adel Keremiche, según una fotografía publicada por 'Le Parisien', uno de los terroristas de Normandía.

La decisión de la justicia antiterrorista de liberar a uno de los asesinos de un cura y de ponerlo bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico fue un «fracaso», reconoció por primera vez el primer ministro de Francia, Manuel Valls.

«Esto debe llevar a los jueces a un enfoque diferente, caso por caso, teniendo en cuenta las prácticas de disimulo de los yihadistas», dijo Valls en una entrevista con el diario francés Le Monde.

Uno de los yihadistas que atacaron una iglesia el martes en Francia, Adel Kermiche, de 19 años, estuvo en prisión durante 10 meses a la espera de juicio por haber intentado en dos ocasiones viajar a Siria.

Fue liberado en marzo de este año y puesto bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico. La fiscalía había apelado, en vano, la decisión de los jueces de ponerlo en libertad condicional.

La oposición de derecha y de extrema derecha acusan al gobierno socialista, muy impopular según los sondeos, de ineficacia en la lucha antiterrorista desde el atentado de Niza del 14 de julio, en el que murieron 84 personas.

Estas críticas, a unos meses de las primarias de la derecha para las elecciones presidenciales de abril 2017, se agudizaron tras el atentado yihadista del martes en una iglesia, en la que dos hombres que juraron lealtad al grupo Estado Islámico (EI) degollaron a un cura de 86 años que celebraba una misa.

Varios dirigentes políticos exigen la dimisión del primer ministro y del titular del Interior, Bernard Cazeneuve.

Tras esta serie de atentados yihadistas que han golpeado a un país ya vapuleado por dos atentados en 2015 (147 muertos en enero y noviembre), Valls dijo estar a favor de prohibir temporalmente el financiamiento extranjero de las mezquitas.

Asimismo, estimó «que los imanes deben ser formados en Francia y no en el exterior» y deseó «una nueva relación» con el islam.

 

Adel Kermiche, ¿un sistema de seguridad poco eficaz?

La gestión del Estado de excepción en Francia está siendo muy cuestionada por la oposición el Gobierno de François Hollande y Manuel Valls, no tanto por la cantidad de ataques acumulada en las últimas semanas, como por que las medidas de seguridad implementadas no están siendo eficaces y en cada escenario de atentados se hallan fallos flagrantes. En esta ocasión, uno de los dos atacantes no sólo estaba fichado como yihadista, sino que había estado en la cárcel hasta el pasado mes de marzo y estaba localizado en todo momento.

Este ciudadano francés, de 19 años, fue “recluido unos días en la prisión de Champ-Dollon,” en Suiza y “acusado de conspiración para preparar actos de terrorismo,” antes ser entregado a las autoridades francesas. Después fue encarcelado durante un año en Francia, pero fue salió en libertad liberado de prisión en marzo de 2016, aunque tenía que llevar un brazalete electrónico para estar localizable, lo que podría explicar la celeridad con la que actuaron los agentes tras la toma de rehenes en la pequeña parroquia. La Fiscalía recurrió la puesta en libertad de Kermiche, pero fue en vano.

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