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Portugal

Portugal endurece su política migratoria: más ilegales expulsados y menos visados

Elimina una norma que permitía a los brasileños, principal grupo de inmigrantes, regularizar su situación tras llegar al país

  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

El Parlamento portugués surgido de las elecciones de mayo ha aprobado este miércoles un nuevo paquete de medidas para endurecer la política migratoria, gracias al apoyo de la coalición gubernamental de la derecha y el Chega: una de las medidas más destacadas elimina una norma que permitía a los brasileños, el principal grupo de inmigrantes en Portugal, regularizar su situación tras llegar al país.

Esta norma, vigente desde 2018, facilitaba la regularización de quienes demostraban al menos un año de trabajo y cotización a la seguridad social, incluso si habían ingresado con visa turística. Esta medida representa un giro hacia una política migratoria más restrictiva.

Visados y  reagrupamiento familiar

Portugal limita los visados para la búsqueda de empleo exclusivamente a inmigrantes con altas calificaciones, dejando fuera a quienes no cumplan con estos criterios. Además, se han endurecido las condiciones para el reagrupamiento familiar, dificultando que los migrantes puedan traer a sus seres queridos al país.

El Parlamento también ha dado luz verde a la creación de una unidad especializada dentro de la policía nacional, dedicada a combatir la inmigración ilegal y gestionar la expulsión de personas en situación irregular. Esta medida refuerza el enfoque del gobierno en el control migratorio.

Sin embargo, no todas las propuestas de inmigración del gobierno portugués avanzaron sin obstáculos. Una tercera parte del paquete legislativo, que busca restringir el acceso a la nacionalidad portuguesa, ha sido pospuesta para negociaciones adicionales debido a preocupaciones sobre la legalidad de algunas de sus cláusulas.

El gobierno del primer ministro Luis Montenegro, en el poder desde marzo de 2024, ya había tomado medidas previas para limitar la inmigración. Estas reformas contrastan con las políticas del anterior gobierno socialista, que se contaban entre las más permisivas de Europa. En 2024, Portugal registró 1,55 millones de extranjeros, equivalente al 15% de la población, una cifra cuatro veces superior a la de 2017, según datos oficiales.