Un periodista francés testigo directo del atentado: «Vi cuerpos volando como bolos al paso del camión»

Un periodista francés testigo directo del atentado: «Vi cuerpos volando como bolos al paso del camión»
Imagen del camión con el que se cometió el atentado. (Foto: AFP)
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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Damien Allemand es periodista del diario Nice Matin y jamás olvidará la noche del 14 de julio de 2016. Justo cuando se disponía a presenciar los fuegos artificiales previstos para conmemorar el 14 de julio fue testigo de una de las imágenes más atroces que se pueda uno encontrar. Así narraba para Medium lo que pudo ver como testigo directo de uno de los más sanguinarios atentados vividos en Europa.

«Una fracción de segundo más tarde, un enorme camión blanco se desplazaba a una velocidad de vértigo. Este camión de la muerte ha pasado a pocos metros de mí y no me di cuenta. Vi cuerpos volando como bolos en su camino. Oí ruidos, gritos que nunca voy a olvidar. Estaba paralizado. No me moví. A mi alrededor, había pánico. La gente corría, gritando, llorando. Entonces me di cuenta. Y me encontré con ellos. Corrí en la dirección en la que todos tenían que refugiarse. Estuve sólo unos minutos, pero me pareció una eternidad. «Poner a salvo.» «No se quede aquí» «¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi hijo? «Fueron algunas de las palabras que oí a mi alrededor».

El relato es escalofriante y la reacción de la gente que no corrió presa del pánico fue ejemplar. Allemand reconoce que el impacto de la tragedia le dejó paralizado, quería ayudar pero el shock no le permitía hacer nada con cordura.

«Los bañistas fueron los primeros en llegar a la escena. Ellos trajeron agua a los heridos y pusieron toallas donde no había esperanza. En este momento, yo carecía de valor. Yo quería ayudar, ser útil … en definitiva de hacer algo. Pero no lo he conseguido. Aún estoy paralizado. El camión asesino se detuvo a decenas de metros de distancia, lleno de balas. No he oído ningún disparo. Sólo gritos. Y ahora llantos. Tengo mi moto para llegar lo más lejos de este infierno. Los cuerpos y heridos llenaban la acera hasta el nivel de Lenval. Las primeras ambulancias comenzaron a llegar … ha sido una noche de terror».

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