El papa Francisco será el primer pontífice en visitar Birmania y tratará la limpieza étnica de rohingyas en el país

Papa Francisco
El Papa Francisco en un viaje (Foto: AFP) | Día del trabajo: 1 de mayo

El Papa Francisco llegará este lunes a Birmania, un viaje particularmente delicado a este país de mayoría budista que recientemente fue acusado de «limpieza étnica» de musulmanes rohinyás en una región del oeste.

En su 21º viaje, el papa también visitará Bangladés, otro país asiático marcado por fuertes tensiones religiosas al que numerosos rohinyás han emigrado, huyendo de la violencia.

En torno a 620.000 de ellos escaparon desde finales de agosto de sus aldeas en el estado de Rakáin (oeste de Birmania), donde el ejército llevó a cabo una dura campaña de represión que Naciones Unidas calificó de «limpieza étnica».  El avión con el pontífice de 80 años despegó a las 22H10 (21H10 GMT) de Roma y debía aterrizar este lunes hacia las 13H30 (07H30 GMT) en Rangún, capital económica de Birmania.

«Mientras me preparo para visitar Myanmar y Bangladés, deseo enviar unas palabras de saludo y amistad a todos sus pueblos. ¡Tengo muchas ganas de encontrarles!», declaró en Twitter el papa, empleando el otro nombre de Birmania.

Además de una multitudinaria misa en un estadio de Rangún, el papa tiene previstos varios encuentros oficiales en los que previsiblemente se tratará la crisis de los rohinyás.  Así, se reunirá con el jefe del ejército, Min Aung Hlaing, al que las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos acusan de ser el principal responsable de la campaña de represión.

La semana pasada, Birmania y Bangladés anunciaron un acuerdo para el retorno de refugiados rohinyás, pero el jefe del ejército se declaró opuesto a que regresen en masa.  El papa Francisco también se reunirá con la dirigente birmana y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, cuya reputación a nivel internacional quedó empañada por la falta de empatía mostrada hacia los rohinyás.

No atizar tensiones

«Les pido me acompañen con oraciones con el fin de que mi presencia sea para esas poblaciones un signo de proximidad y esperanza», declaró el papa el domingo a mediodía frente a 30.000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro para la oración del ángelus.

«La gran mayoría de la gente de Birmania no se cree el discurso internacional de los abusos contra los rohinyás ni el éxodo de un gran número de refugiados a Bangladés», explicó Richard Horsey, analista independiente establecido en Birmania.  «Si el papa viene y trata de forma insistente ese asunto, se atizarán las tensiones», añadió.

¿Evitará, en este contexto, pronunciar el término «rohinyá», tabú en Birmania, como le recomienda la Iglesia local, temerosa de que pueda despertar la ira de los extremistas budistas?

Los aproximadamente 700.000 católicos de Birmania -algo más del 1% de los 51 millones de habitantes del país- han puesto muchas expectativas en la visita papal.  Hla Rein, que llegó a Rangún en tren desde el estado de Kachin tras un largo viaje, asistirá a la gran misa del miércoles y espera mucho de esta visita.

«Hay una guerra civil en nuestro Estado», explica a la AFP, en alusión al conflicto étnico entre los rebeldes Kachin y las fuerzas gubernamentales. «Creemos que el papa traerá paz con él a nuestro país», agrega.

Francisco es el primer papa que visita Birmania, donde se espera que unas 200.000 personas acudan a la misa al aire libre en Rangún.

El pontífice da una gran importancia al desarrollo del catolicismo en Asia, donde solo un 3% de la población pertenece a esta confesión, en pleno crecimiento en la región (+9% entre 2010 y 2015). Ya ha viajado a Corea del Sur, Sri Lanka y Filipinas.

Y El Vaticano, que reforzó lazos diplomáticos con Birmania, está negociando ya poco a poco un acercamiento con Vietnam y China, dos Estados comunistas.

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