Miles de ucranianos huyen de Jersón, anegada por las aguas tras la voladura de la presa de Nova Kajovka
La destrucción en la ciudad ucraniana de Jersón tras la voladura de la presa de Nova Kajovka es total. Después de perder las tropas de Putin el control sobre una ciudad de enorme importancia estratégica por su cercanía a Crimea, el interés por dominarla sigue siendo irrenunciable: tanto Putin como Zelenski quieren tenerla en su poder y ambos países han tenido muy presente el valor de la presa cercana para usarla como arma de guerra. Su bombardeo y el desbordamiento de miles y miles de litros de agua ha provocado millares de desplazados y de evacuados y que todos que los servicios que se habían recuperado hayan vuelto a perderse.
Ya desde octubre del año pasado se especulaba con que tanto Rusia como Ucrania podían tener interés en volarla en una acción de guerra. ¿El motivo de Ucrania? Que la reserva de Nova Kajovka era vital para el abastecimiento de agua dulce a la península de Crimea, anexionada a Rusia unilateralmente en 2014. Para Rusia, la razón es clara: destruir la ciudad tras pederla en la batalla. Desencadenaría una inundación devastadora en el sur del país que obligaría a frenar el avance de los ucranianos.
El gobernador de Jersón, Alexander Prokudin, ha cifrado en 1.700 las personas que han tenido que ser evacuadas por las inundaciones que se han producido como consecuencia del ataque sobre la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, mientras las tropas rusas continúan bombardeando la región.
Por su parte, el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, ha detallado que son ya 29 las localidades que se encuentran totalmente anegadas, diez de ellas bajo control ruso. «Haremos todo lo posible para que nuestra gente sienta que podemos y les ayudaremos», ha enfatizado, según recoge la agencia Unian.
Klimenko ha informado de que han desplegado a cerca de 1.600 rescatistas, además de otras 300 unidades especiales. «Si es necesario aumentaremos los efectivos», ha señalado el titular de Interior.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha ordenado al Ministerio de Situaciones de Emergencia la puesta en marcha de un dispositivo para asistir a los damnificados por la destrucción de la presa de Nueva Kajovka, en la región ucraniana de Jersón.
Según ha informado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, Putin ha instado al ministro de Situaciones de Emergencia, Alexander Kurenkov, organizar un operativo para «ayudar a las personas y eliminar las consecuencias de este desastre».
Durante la madrugada del martes, el Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron de la destrucción de esta infraestructura por parte de Rusia e indicaron que estaban investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a los «terroristas rusos» de la destrucción de la presa, lo cual fue rechazado por el Kremlin que, en palabras de Peskov, considera que el ataque fue un «claro» y «deliberado» acto de sabotaje planeado y ejecutado por el «régimen de Kiev».
Lo último en Internacional
-
El candidato populista bendecido por el comunista José Mujica gana las elecciones en Uruguay
-
Un deportista afroamericano, una congresista latina y un inversor millonario: el nuevo equipo de Trump
-
Evacúan el aeropuerto de Gatwick (Londres) debido a un «incidente de seguridad»
-
Pam Bondi, la fiscal general «estelar» de Trump por su «dureza con los violentos» y contra el fentanilo
-
Matt Gaetz renuncia a ser el fiscal general de Trump: «No quiero ser una distracción»
Últimas noticias
-
‘Reacción en cadena’: ¿cómo puedes apuntarte al casting y concursar con los Mozos de Arousa?
-
Estas son las preguntas que tienes que acertar para poder participar en ‘Reacción en cadena’
-
Cerco a Espadas: más de 60 militantes del PSOE de Jaén piden su relevo al frente del socialismo andaluz
-
Más de 40 voluntarios en la limpieza del fondo marino del Club de Mar
-
El 20% del censo ovino de Baleares ya está vacunado contra la lengua azul