La dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela no quiere acabar, y las marchas pacíficas de la oposición son el mejor caldo de cultivo para provocar incidentes con los que demonizarla. Así ocurrió en 2014, cuando Leopoldo López llamó a la resistencia pacífica y a ganar en la calle lo que el chavismo les robaba en las instituciones y la represión derivó en seis meses de incidentes saldados con 43 muertes. La oposición ha tomado las calles este miércoles, afrontando la posibilidad real de que la Policía del régimen dictatorial chavista actuara contra ellos. Y así, han sido al menos 140 las detenciones realizadas.
Desde entonces, el preso político más famoso del mundo permanece en prisión, condenado a casi 14 años de reclusión acusado de ser el instigador de esas trágicas pérdidas, y este miércoles, tras la llamada de López a «defender la Constitución» ya que el Gobierno no la respeta, al menos 140 personas han sido detenidas y 20 han resultado heridas en las marchas opositoras por las principales ciudades del país, según ha denunciado la ONG Foro Penal.
Alfredo Romero, director de la organización, ha informado en Twitter de que los arrestos se produjeron en cinco de los 24 estados del país, la mayoría de ellos en Sucre, mientras que de la veintena de heridos tres fueron de bala en Maracaibo, la capital del estado Zulia (noroeste).
#26O: 6pm .A esta hora el número de arrestos en todo el país luego de "toma de Vzla" es de más de 140.
En Caracas, donde marcharon líderes políticos, entre ellos, la esposa de López, Lilian Tintori, la manifestación estuvo cerca de desbocarse cuando algunos líderes de la marcha iniciaron un movimiento para dirigir a la muchedumbre hacia el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia. Tras unos momentos de tensión, se impuso la calma, no sin que se anunciara una nueva manifestación para el próximo 3 de noviembre y a una huelga general este viernes.
Manifestantes exhiben la bandera de Venezuela ante policías bolivarianos antidisturbios en Caracas. (AFP)
Así, el gobernador del estado de Miranda, el opositor Henrique Capriles, lanzó un ultimátum públicamente: «O ustedes, los del Gobierno, retoman el hilo constitucional y le permiten a los venezolanos su derecho de votar o nos vamos el 3 de noviembre a Miraflores».
Tintori había hecho declaraciones al inicio de la manifestación asegurando que «existen muchas razones para salir a tomar las calles de Venezuela», pero la más importante es «el hambre que hay en el país, la falta de medicamentos y la falta de libertad». La esposa de Leopoldo López ha insistido en que «la lucha es por todos los venezolanos».
La oposición alega que la paralización del proceso del revocatorio que impulsaban contra el dictador Maduro supone una violación de la Carta Magna. Es por eso que la Mesa de Unidad Democrática también ha iniciado, dentro sus competencias legislativas en la Asamblea Nacional –que domina con mayoría cualificada de dos tercios– un juicio político contra el heredero de Hugo Chávez por «abandono del cargo».
Pese a las gestiones de José Luis Rodríguez Zapatero y Martín Torrijos, además de las del Vaticano para tratar de establecer un diálogo entre el Gobierno y la oposición, la conflictividad política en Venezuela aumentó tras la suspensión del revocatorio que la oposición promueve contra Maduro.
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