Macron admite haberse equivocado con el adelanto electoral: «Ha traído más inestabilidad que serenidad»
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha admitido en su mensaje de fin de año que se equivocó adelantando las elecciones legislativas celebradas entre junio y julio porque la disolución de la Asamblea legislativa «ha traído más inestabilidad que serenidad» para los franceses.
«Si decidí disolver fue para devolverles la voz, para darles claridad y para evitar la inacción que amenazaba. La lucidez y la humildad me obligan a reconocer que, en estos momentos, esa decisión ha producido más inestabilidad que serenidad. Acepto toda mi responsabilidad», ha expresado Macron sobre las elecciones en su discurso de fin de año.
Un Macron desgastado hizo una apuesta arriesgada adelantando las elecciones tras su debacle en las elecciones europeas. Fue una estrategia suicida que dejó en evidencia su debilidad, ya que su coalición, Juntos por la República, sólo consiguió el 20% de los votos. Un resultado realmente pobre para todo un presidente de la República.
La decisión de disolver la Asamblea Nacional no fue comprendida por los franceses y fue vista como un último acto de arrogancia, según aseguró el analista Alain Duhamel, antes del fracaso de Macron en la primera vuelta de las elecciones en Francia.
La de esta Nochevieja ha sido la primera vez que el presidente francés asume su responsabilidad por convocar elecciones legislativas anticipadas, presionado por la victoria de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en las elecciones europeas.
Dichos comicios provocaron un Parlamento fracturado, y dio lugar a un gobierno liderado por el conservador Michel Barnier, pero que duró apenas tres meses por la incapacidad de aprobar unos presupuestos. Tras su dimisión, Macron nombró a Francois Bayrou nuevo primer ministro de Francia.
En su discurso, Macron también ha pedido a los franceses que estén «unidos, decididos, unidos» en 2025, como han estado para permitir «los éxitos de 2024». «Juntos, este año hemos demostrado que lo imposible no es francés», ha afirmado el jefe de Estado francés, poniendo como ejemplo la celebración de los Juegos Olímpicos de París, el blindaje constitucional del derecho de las mujeres al aborto, o el «valor» de Gisèle Pélicot por denunciar a su marido.
También ha abierto la puerta a referéndums, adelantando que en 2025 los ciudadanos decidirán sobre «algunas cuestiones determinantes». «Quiero que seamos capaces de decidir y actuar. Tendremos que tomar decisiones para nuestra economía, nuestra seguridad, nuestra democracia, nuestros hijos. Sí, la esperanza, la prosperidad y la paz del cuarto de siglo venidero dependen de nuestras decisiones», ha añadido.
Ha tenido un mensaje para los vecinos europeos, animándoles a «poner fin a la ingenuidad» en materia de comercio o agricultura, y pidiendo un «despertar» frente a las «leyes dictadas por otros».
«Necesitamos un despertar europeo, un despertar científico, intelectual, tecnológico, industrial, agrícola, energético y ecológico. Para lograrlo, debemos actuar más rápido, tomar nuestras decisiones más rápidamente, con más fuerza como europeos, simplificar nuestras reglas e invertir más», ha zanjado, para desear un feliz 2025 al pueblo francés.