Internacional

Los terroristas de Bruselas planearon inicialmente otro atentado en Francia

La célula yihadista de Bruselas tenía como objetivo atentar de nuevo en Francia pero, al sentirse acosada, decidió de forma precipitada atacar en la capital belga, según revelaciones este domingo de la investigación. Estas revelaciones se producen tras una amplia operación antiterrorista y la imputación de un sospechoso clave, Mohamed Abrini, en el caso de los atentados del 13 de noviembre en París (130 muertos) y el 22 de marzo en Bruselas (32 muertos).

La fiscalía federal de Bélgica confirmó «que, a partir de varios elementos de la investigación, se deduce que el objetivo del grupo terrorista era golpear de nuevo a Francia». Pero «al verse sorprendido por el rápido avance de la investigación (la célula) decidió finalmente y de forma urgente atentar en Bruselas».

El 22 de marzo un doble atentado suicida en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem y un kamikaze en una estación de metro en el corazón de la capital belga causaron 32 muertos y centenares de heridos.

A finales de marzo, un presunto yihadista, Reda Kriket, francés de 34 años, había sido inculpado en París tras una investigación sobre un proyecto de atentado «inminente», que fue desbaratado en Francia.

Los acontecimientos se han acelerado tras la detención el viernes en la comuna de Anderlecht, en Bruselas, de Abrini, belgo-marroquí de 31 años, amigo de infancia de Salah Abdeslam, otro sospechoso clave de los atentados, capturado el 18 de marzo también en Bruselas.

Abrini, que ya estaba inculpado por los atentados de noviembre en París, fue imputado este domingo por «asesinatos terroristas» en la investigación de los ataques de marzo en Bruselas. Abrini había sido detenido con otros tres individuos. El juez presentó contra él los cargos de «participación en actividades de un grupo terrorista, asesinatos terroristas y tentativas de asesinatos terroristas».

Abrini reconoció ser el tercer hombre del atentado en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, el llamado «hombre del sombrero», que abandonó el lugar justo antes del doble ataque suicida. Abrini era objeto de una orden de detención europea del 24 de noviembre, como el segundo hombre buscado por todas las policías tras las matanzas de la capital francesa, en las que habría aportado su apoyo logístico.

Los investigadores sospechan que Mohamed Abrini acompañó en coche a Salah Abdeslam, último sobreviviente de los comandos que atacaron París, y a su hermano Brahim -que se hizo estallar en las calles de París- el 10 y 11 de noviembre en dos viajes entre Bruselas y París, poco antes de los atentados.

Según la fiscalía belga, durante esos viajes alquilaron los escondites en la región parisina utilizados por los comandos del 13 de noviembre.

«Debe pagar»

En lo referente a los ataques en Bruselas, los investigadores habían logrado establecer parte del recorrido del «hombre del sombrero», desde el aeropuerto, que abandonó a pie antes de las explosiones, hasta que desapareció dos horas después en el centro de la capital belga. Pero ¿dice la verdad Mohamed Abrini al admitir que es el «hombre del sombrero»?

«La forma de actuar no se corresponde con el modo operativo del EI», el grupo Estado Islámico que reivindicó los atentados en ambas capitales, declaró un especialista belga del islamismo radical, Peter Van Ostaeyen, quien cree que pudo mentir para proteger al resto de la célula.

Por otra parte, el padre de Salah Abdeslam, principal sospechoso de los ataques de París, espera que su hijo hable ante la justicia, según una entrevista difundida el domingo por la radio francesa Europe 1.

A la salida de la prisión de Brujas (Bélgica), donde está encarcelado su hijo, el hombre de 67 años dijo esperar «que hable ante la justicia». «El que hace algo tiene que pagar (…) espero que todo el mundo hable», afirmó.