Internacional
ELECCIONES EEUU

Kamala Harris se queda en blanco al averiarse el teleprompter en mitad de su discurso

Kamala Harris ha perdido el hilo en un mitin electoral en Michigan, uno de los estados fundamentales para ganar las elecciones

En un mitin en Flint (Michigan) el pasado viernes, la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris tropezó durante su discurso, repitiendo las palabras «32 días» varias veces, que son los que quedaban ese día para las elecciones del 5 de noviembre. Así, se ha visto cómo es la candidata demócrata cuando pierde el hilo del guión del teleprompter: se queda en blanco sin saber cómo seguir. La extraña escena, en la que Harris ha sido incapaz de continuar con su discurso, ha llevado a especular sobre si se le rompió el teleprompter o tuvo algún otro problema. Harris estaba en Michigan, uno de los estados indecisos de estas elecciones, parte del Muro Azul demócrata (Blue Wall), que necesita para ganar las elecciones el 5 de noviembre. En este estado, de tradición demócrata, va por debajo en las encuestas, debido a que no es capaz de convencer a los votantes de clase media trabajadora. Necesitan que les presente un plan económico concreto, como ha hecho al ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, sobre cómo va a atajar la inflación y crear nuevos puestos de trabajo con una inversión en infraestructuras.

La candidata demócrata estaba criticando al ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, candidato republicano, y a su número 2, senador de Ohio, J. D. Vance, antes de quedarse en blanco: «Trump es el que ha hecho perder más empleos en la industria manufacturera de la historia de Estados Unidos». Acto seguido, a mitad de su discurso, fue cuando empezó a repetir sin sentido que sólo quedaban «32 días para las elecciones». Kamala Harris siempre se ha negado a conceder entrevistas si no tenía las preguntas preparadas. Incluso, ha destacado por evitar a los periodistas hasta su primera entrevista que se la hizo su amiga, la periodista Dana Bash, en la cadena CNN el 30 de agosto. Para la misma, fue acompañada de su número 2, Tim Walz, gobernador de Minnesota, fue grabada y Bash le pasó las preguntas con antelación.

Flint (Michigan), donde Kamala Harris tuvo este lapsus durante su discurso, es uno de los lugares más emblemáticos para el Partido Demócrata. Allí tuvo lugar una de las peores crisis de agua potable en 2014, durante la administración de Barack Obama, al salir el agua naranja de los grifos de los hogares, contaminada con bacterias. El entonces presidente Barack Obama intentó culpar al gobernador republicano de Michigan, Rick Snyder. En cambio, la crisis se produjo cuando el 25 de abril de 2014, el ayuntamiento de Flint (Michigan), con el alcalde demócrata Dayne Walling, cambió su fuente de suministro municipal de agua del lago Hurón, suministrado por Detroit, al río Flint. El cambio provocó que las tuberías de distribución de agua se corroyeran y filtraran plomo y otros contaminantes en el agua potable municipal.

Michigan es uno de los estados clave de estas elecciones, tradicional feudo demócrata, que Donald Trump convirtió en swing state (estado indeciso) al ganarlo en 2016 junto con Michigan y Pensilvania. Entonces, Hillary Clinton se confió al pensar que ganaría este electorado, espina dorsal tradicional del Partido Demócrata. En cambio, estos votantes confiaron más en las propuestas de Trump. En estas elecciones, Harris necesita este estado para ganar los 270 votos electorales para alzarse con la victoria en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. En cambio, Harris y Trump van muy ajustados en las encuestas, debido a que según los estudios de Sienna y The New York Times, Harris no consigue convencer al electorado de clase media, que necesita un plan concreto en el que les explique sus planes para reducir la inflación y la creación de puestos de trabajo.