ARGENTINA

Javier Milei y Mauricio Macri le dan una lección a la derecha en España

Mauricio Macri y Javier Milei
Mauricio Macri y Javier Milei

Si PP y Vox tuvieran que coger un referente de cómo se relacionan y cooperan dos partidos de derecha en el mundo, el mejor ejemplo sería Argentina. Allí, el líder de la Libertad Avanza, Javier Milei, y el ex presidente del país, Mauricio Macri, han dado todo un repertorio de cómo la nueva derecha y la derecha clásica pueden armonizar sus intereses en beneficio de la ciudadanía y borrar del mapa político a la izquierda.

España es el único país occidental donde los comunistas están en el poder y la vieja socialdemocracia ha caído en brazos de la extrema izquierda con la consabida supuesta superioridad moral de dar lecciones a los adversarios políticos. El mérito no reside tanto en la capacidad del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de renunciar a cualquier principio ético y estético con tal de hacerse con el poder. No. Sino a los complejos de la derecha clásica y la nueva derecha a derruir muros de incomunicación, anormales todo sea dicho en cualquier país democrático, como han demostrado Macri y Milei en Argentina.

Los más de 7 millones del vencedor de las elecciones primarias (PASO) del domingo pasado y los 6,5 millones de la nueva líder de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, protegida de Macri, que en total suman 13,7 millones de votos han sido fruto de la disposición a entenderse desde un primer momento por ambas formaciones y acabar con la izquierda peronista, de la misma forma que el PP y Vox pretendieron en julio derogar el sanchismo pero con una ausencia clara de coordinación entre ambos.

Las lecciones que se podrían extraer de la forma en la que Macri y Milei han trabajado en los últimos meses podrían resumirse en tres principalmente.

Respeto mutuo. PP y Vox han sido rehenes de las trampas que la izquierda política y sus antenas mediáticas han interpuesto desde siempre. El mantra de la «foto de Colón» o el sambenito de «extrema derecha» colgado a Vox ha provocado que ambos partidos tengan el mínimo contacto a nivel nacional e incluso haya habido momentos de tensión. Los dos partidos parecen haber olvidado que sus votantes se mueven a través de vasos comunicantes que pueden variar de uno a otro si son respetados y no vilipendiados.

La estrategia de la izquierda siempre ha pasado por denostar a Vox para tratar de avergonzar al PP y, en muchas ocasiones, la reacción de los populares ha seguido el guión marcado desde la izquierda.

En el caso argentino, Juntos por el Cambio y Libertad Avanza llevan meses lanzándose guiños. Así por ejemplo, Bullrrich dijo en el pasado mes de abril que esperaba colaborar en un futuro con Milei. Este último dijo en junio que le abría las puertas a Juntos por el Cambio para una alianza de gobierno.

Calificar despectivamente a Javier Milei de extrema derecha es un ejemplo de falacia ad hominem propia de la izquierda argentina o española para atacar al político e intentar desacreditarlo, pero que sin embargo, Patricia Bullrich y la prensa alineada a la derecha en Argentina no han caído en la trampa, a diferencia de algunos medios llamados de derechas o de representantes del PP con el caso de Vox.

Interlocución de primer nivel. Mauricio Macri y Javier Milei han mantenido siempre canales de comunicación abiertos y no se han escondido por ello. De hecho, Macri fue el primero en felicitar al ganador del domingo. También la propia Bullrich conserva una relación estrecha con Milei, como puede verse en la imagen inferior.

Bullrich insistió en una posible unificación de JxC con Milei y Espert a nivel provincial y municipal en las próximas elecciones

Si bien es cierto que desde la izquierda argentina intentaron alimentar la discordia entre ambos no lo consiguieron. Al igual que en España ha ocurrido en el PP, hubo un sector de Juntos por el Cambio que trató de escapar de cualquier acuerdo con Milei. Sin embargo, lo que arrancó con frases alineadas y una reunión con Mauricio Macri se plasmó pronto a nivel parlamentario con la preparación de un proyecto de ley en común que propuso bajar impuestos. Además, Patricia Bullrich fue fotografiada en un café porteño junto a Milei.

La izquierda española no ha rehuido jamás de sus contactos, ni entre socialistas con comunistas, ni con bilduetarras o con independentistas, pero en la derecha siguen atrapados en la paradoja de la ignorancia mutua.

Comunicación fluida y constante. Lo ocurrido este jueves en la formación de la mesa del Congreso de los Diputados ha evidenciado que ni PP y Vox supieron entenderse en los prolegómenos de una fecha trascendental a través de una estrategia concertada para la defensa de los intereses de quienes realmente quieren acabar con el socialcomunismo en España. Todo lo contrario a lo que Milei y Macri han hecho en los últimos meses.

La semana pasada el ganador de las elecciones del domingo admitió que había estado hablando largo y tendido con Macri. ¿Por qué Abascal y Feijóo huyen de una foto conjunta? ¿Por qué dado que comparten un mismo objetivo de prosperidad para los españoles no escenifican ninguna clase de actuación en dicho sentido? En Argentina no pasa lo que en España. Macri y Milei saben que para derogar el peronismo de izquierdas están obligados a entenderse, no esconderse e incluso presumir de ello.

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