Internacional
'LOS PAPELES DE BIDEN'

Los republicanos acorralan a Biden: exigen la lista de visitantes a su casa de Delaware

Conforme pasan las horas, aumenta la presión sobre la Casa Blanca para que publique el registro de visitantes de la casa del presidente en Delaware, donde se hallaron documentos secretos, tanto en el garaje como en el despacho del presidente Biden. El congresista republicano James Comer, nuevo presidente de la Comisión de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, exige a la Casa Blanca a través de una carta fechada este domingo que proporcione antes de que acabe enero una lista de las personas que pasaron por la residencia del presidente situada en Wilmington (Delaware), así como todos los documentos y «comunicaciones relativas a los registros» del domicilio.

Pero no sólo eso, los republicanos también quieren saber quién accedió al Centro Penn Biden, localizado en Washington, donde apareció el primer lote de documentos secretos en propiedad de Biden el pasado 2 de noviembre, pero que no revelado públicamente hasta la pasada semana.

Reacción torpe oficial

Mientras, la Casa Blanca volvió a reaccionar este lunes con torpeza. El equipo de Biden señaló que no existen tales registros y que «cualquier información relacionada con la residencia personal del mandatario es privada». Acto seguido aprovechó la oportunidad para cargar contra la era Trump al dejar caer que, sin embargo, «existe un registro de las visitas a la Casa Blanca que es publicado con frecuencia frente a la administración anterior que lo canceló». Si bien ese extremo no es cierto, pues lo que hizo Trump fue dejar de hacerlo público, pero dichos registros se siguieron realizando.

El problema que existe con el registro de visitas de la casa de Biden en Delaware es que si el mismo se niega a entregarlo, los republicanos pueden abrir una nueva línea de investigación sobre todas aquellas personas que pudieron haber entrado y salido de la misma. La comisión de investigación y el propio fiscal especial encargado del caso, Robert Hur, podrían llamar a declarar a familiares y amigos de Joe Biden para saber quién estaba en la casa durante el tiempo en que se almacenó allí información clasificada.

Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos (Foto_ Europa Press).

El hijo de Biden

La primera mirada recae especialmente sobre el polémico segundo hijo del presidente, Hunter Biden, acusado en repetidas ocasiones por sus turbios negocios, especialmente en Ucrania, China y Kazajistán, mientras su padre era vicepresidente bajo la administración Obama. Según un documento público, Hunter Biden pagaba más de 46.000 euros (49.910 dólares) al mes por el alquiler de la casa de Delaware, donde se encontraron los documentos secretos. Precisamente fue cerca de la casa en la que residía el hijo del presidente, donde también llevó su ordenador en 2019 para que lo repararan y nunca pasó por él. Aquel portátil dio mucho que hablar debido a los miles de mensajes de texto, correos electrónicos y fotografías que enmudecieron a la sociedad estadounidense. Fotografías con prostitutas, desnudos, fumando droga, romances con sus cuñadas, etc., todo ello en el disco duro.

Formulario de acceso a espacios restringidos cumplimentado por Hunter Biden.

La Comisión de Supervisión de la Cámara que preside James Comer preguntó el viernes si Hunter Biden tuvo acceso a los documentos de alto secreto encontrados en la casa de Delaware en una carta a la Casa Blanca. El manuscrito decía: «A la Comisión le preocupa que el presidente Biden guardase información secreta en la misma residencia en la que se alojó su hijo mientras participaba en negocios internacionales con enemigos de Estados Unidos», indicaron los republicanos en referencia a las actividades de Hunter Biden, especialmente con China.

Documentos secretos

Con todo lo que se sabe hasta la fecha, parece que la crisis política iniciada la pasada semana por el escándalo de los documentos secretos de Biden, en lugar de escampar, se está volviendo cada día más en su contra.  Durante la tarde (hora de EEUU) de este lunes, la CNN reveló que el equipo de Biden sigue buscando más documentos comprometedores con la seguridad nacional en lugares conectados con el presidente.

Por un lado, el goteo intermitente de información sobre nuevos hallazgos. Cuando los portavoces del presidente decían que ya no había más documentos secretos, volvieron a aparecer nuevos lotes, como los del pasado sábado o los que se siguen buscando a esta hora, en una especie de carrera contrarreloj parecida al juego infantil de búsqueda de los huevos de Pascua. Sería cómico si no fuera porque estamos hablando de cuestiones de seguridad nacional de la primera potencia mundial.

Por otro lado, las respuestas poco convincentes de la portavoz de Biden, Karine Jean-Pierre. Cuando la Casa Blanca señalaba que el «presidente se toma muy en serio el manejo de información clasificada» o que son «transparentes» aparecieron los nuevos papeles. Y así sucesivamente en lo que ya constituye un mal ejemplo de gestión de crisis y mala comunicación política que a buen seguro será estudiado en las escuelas universitarias de medio mundo.