Habrá segunda vuelta en Brasil: Lula gana por la mínima a un Bolsonaro que resiste

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María Ruiz
  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

Brasil ha votado, pero no exactamente cómo vaticinaban los sondeos preelectorales, ya que no se ha producido la abultada victoria del populista de ultraizquierda Lula da Silva. El amigo de los podemitas españoles ha ganado, sí, pero por la mínima, a un Bolsonaro que ha resistido. Una victoria pírrica del PT que aboca al país suramericano a una segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 30 próximo de octubre. Con el 99,13% de los votos escrutados, el juzgado y condenado por corrupción Lula ha conseguido el 48,23% de las papeletas, frente al 43,37% de las obtenidas por el populista del ala dura de la derecha, Jair Bolsonaro. Un total de 56.560.251 votos ha obtenido Lula, frente a los 50.942.202 de su rival.

La clave está, pues, en la segunda vuelta, donde ambos tendrán que convencer a los centristas del Movimiento Centrista Brasileño (MDB)  de Simone Tebet y a los socialdemócratas del Partido Democrático Laborista (PDT) que lidera Ciro Gomes, para que les cedan su apoyo. Entre ambos han sacado más de 8 millones de votos. Ninguno de ellos se ha escorado ni por Lula ni por Bolsonaro hasta el momento, más bien al contrario. De hecho, Gomes, cuya formación está integrada en la Internacional Socialista, no sólo ha rechazado la posibilidad de apoyar a Lula, sino que se ha atrevido a calificar a su PT de «fascista», en la línea de lo que ha dicho sobre Lula: «Ha venido siempre a ser un fascistoide».

Por su parte, la senadora del MDB, Simone Tebet, votó a favor de la destitución de Dilma Rousseff y se mostró en contra en varias ocasiones de las demandas territoriales de los pueblos indígenas, además de criticar el negacionismo de Bolsonaro durante la pandemia. Esto podría hacer pensar que apoyaría a Lula en la segunda vuelta, pero nunca ha expresado explícitamente que respaldaría a uno u otro en caso de una segunda vuelta. Sin embargo, sus críticas a Bolsonaro, a quien acusó de «coquetear con el autoritarismo» pueden hacer prever que tenderá la mano al líder del PT.

El tenso escrutinio

Pero volvamos al tenso escrutino. Los colegios brasileños cerraron a las 22:00 de la noche de este domingo. Entonces empezó un recuento agónicoque dio a Bolsonaro una ventaja de hasta siete puntos. Pero poco a poco, esa distancia se fue reduciendo con cuentagotas y los resultados situaron ya siempre por delante al ex presidente condenado por corrupción desde que el recuento de los votos se situó en un el 70%

Las principales empresas de sondeos habían vaticinado una amplia ventaja para Lula desde hacía meses e incluso habían previsto la posibilidad de que el expresidente ganara ya este domingo sin necesidad de segunda vuelta el próximo 30 de octubre.

Pero, Bolsonaro resistió y logró un resultado en el que sólo sus partidarios se empeñaban en creer. De hecho, varias veces el líder del ala dura de la derecha brasileña había reseñado que las encuestas se iban a equivocar y auguraba una distancia mucho más exigua que la que aventuraban los sondeos.

Mientras, Lula, que había reservado la emblemática avenida Paulista para celebrar su victoria por todo lo alto en Sao Paulo, tendrá que pelear ahora por cada voto el 30 de octubre.

El escándalo Lava Jato de Lula

Lula ha vuelto al ruedo político sin poder sacudirse a ojos de parte de la sociedad la mancha de la corrupción. Fue condenado y luego absuelto por motivos procesales por el escándalo Lava Jato sobre una red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras. La Operación Lava Jato, la mayor investigación contra la corrupción en la historia de Brasil y que destapó un gigantesco escándalo de desvíos en la estatal Petrobras durante los Gobiernos de la izquierda revolucionaria brasileña encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva y Dilma Rousseff entre 2003 y 2016. El PT montó un esquema de corrupción similar al de los Kirchner en Argentina alrededor de Petrobras. Las empresas constructoras constituyeron un exclusivo cartel y pagaban millonarios sobornos para adjudicarse contratos amañados de Petrobras que eran repartidos entre los dirigentes de la empresa y los políticos que utilizaban su influencia para mantenerlos en los cargos.

Por su parte, Bolsonaro, un ex capitán del ejército de 67 años, ha centrado su estrategia de campaña en los valores morales («Dios, patria, familia»), un discurso patriótico y los ataques a su adversario, al que se refiere como el «ladrón» y «expresidiario». Mantiene un sólido apoyo entre los evangélicos, que representa un tercio del electorado, el agronegocio y los sectores populares que no perdonan al Partido de los Trabajadores de Lula sus escándalos de corrupción.

Bolsonaro ha sido muy cuestionado por su populismo feroz. El mandato del líder derechista ha estado marcado por una turbulenta gestión de la pandemia de Covid, que dejó 686.000 muertos en Brasil, un avance de la pobreza y el hambre, niveles récord de deforestación en la Amazonía y ataques contra las instituciones judiciales y la prensa

Unos 156 millones de electores estaban llamados a votar la Cámara de Diputados, un tercio del Senado y los gobernadores y asambleas legislativas de los 27 estados.

Primeras palabras de Lula

Tras ganar a Bolsonaro por la mínima a primera vuelta de las presidenciales, Lula da Silva ha mostrado su convicción de que ganará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país, después de que este domingo fuese el candidato más votado en la primera vuelta por un estrecho margen contra su principal rival, Jair Bolsonaro.

«Vamos a ganar en São Paulo y vamos a ganar en Brasil», ha expresado Lula, refiriéndose a Fernando Haddad (PT) en la segunda ronda contra Tarcísio de Freitas (Republicanos), según un discurso del político a sus simpatizantes recogido por el periódico ‘Folha de S.Paulo’.

Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), ha afirmado que la segunda vuelta contra Bolsonaro (Partido Liberal) es únicamente una prórroga. «Tengo 30 días más para hacer campaña», ha asegurado.

No obstante, el ex presidente del país, ha lamentado no haber ganado las elecciones en la primera vuelta. «Todas las encuestas nos pusieron en el primer lugar y siempre pensé que íbamos a ganar. Y vamos a hacerlo. Esto es solo una prórroga», ha publicado en un mensaje en redes sociales.

 

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