Internacional

Siria lleva a Estados Unidos y Rusia a una nueva ‘guerra fría’

Estados Unidos tiene previsto desplegar armas nucleares en Alemania a finales de año. Rusia lo interpreta como una «ruptura del equilibrio de poder en Europa» y ha anunciado que tomará medidas para restablecer la paridad y salvaguardar la seguridad nacional.

Concretamente, los norteamericanos instalarían al menos una veintena de misiles en la base militar de Büchel, al oeste del país. Cada uno de ellos tiene una capacidad destructora 80 veces superior a la usada en Hiroshima, como detalla la prensa alemana.

Para el Gobierno de Vladimir Putin, en palabras de su portavoz de Exteriores, Maria Zajarova, este movimiento «socava la estabilidad global», tesis que comparten opositores de Angela Merkel, que consideran que Barack Obama incurre en una provocación.

Estado Islámico como enemigo común

De fondo, la preocupación por el apoyo de Putin al régimen de Bashar al-Assad. Desde 2011, han sido aliados tanto militar como diplomáticamente. Para el Pentágono, el rol de Moscú es cada día más principal.

Estados Unidos no desaprueba el despliegue y los recursos contra Estado Islámico, enemigo común, pero sospecha de la estrecha relación rusa con Assad, acusado de haber empleado armas químicas contra su pueblo.

Para Occidente, la solución siria pasa en primer término por que su presidente deje paso a rivales políticos más moderados y no por darle soporte incondicional y desatendiendo supuestas violaciones de los Derechos Humanos.

Incipiente crisis de misiles

John Kerry, en una entrevista que publica La Stampa, expresa así su malestar por este hecho: «El apoyo -de Putin a Assad- puede causar una mayor pérdida de vidas, aumentar el flujo de refugiados y corre el peligro de que se acabe en un conflicto con la coalición que lucha contra EI».

Sostiene Kerry que «la brutalidad del régimen» al que estrecha la mano Rusia «ha alimentado el crecimiento del extremismo». Es decir, recuerda el secretario de Estado, «lo contrario al objetivo declarado por Moscú para una mayor acción internacional contra EI».

Estados Unidos y Rusia centran así la actualidad internacional con una incipiente crisis de misiles en la que toda acción, como han demostrado los primeros acontecimientos, tendrá réplica inmediata y proporcional.