Francia califica de “inaceptable” la conducta de Turquía en Libia

Idlib
Emmanuel Macron y Recep Tayyip Erdogan (Foto: AFP)
  • Henar Hernández | atalayar.com

A Turquía se le acumulan las críticas en su contra por sus movimientos en política exterior. La guerra civil libia, en la que Ankara participa de forma directa con equipamiento militar y envío de mercenarios sirios en apoyo del Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), ha pasado a la primera plana de la agenda internacional por el recrudecimiento de los enfrentamientos con el Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés).

El último país en condenar la estrategia de la nación euroasiática -que aspira a ganar la guerra para tener acceso a los recursos energéticos del país, el petróleo libio y el gas del Mediterráneo oriental, fundamentalmente- ha sido Francia. En un comunicado publicado por el Elíseo este domingo, París ha endurecido el tono contra Ankara, calificando su intervencionismo de “inaceptable” e “intolerable”. “Los turcos se comportan de una manera inaceptable al instrumentalizar a la OTAN y Francia no puede dejarlo ir”, se señala en la nota, que denuncia “la política cada vez más agresiva y firme de Turquía, con siete barcos turcos posicionados frente a Libia y la violación constante del embargo de armas”, que pesa sobre la nación norteafricana desde el año 2011, cuando estalló la guerra civil.

Esta declaración gala se enmarca en la línea adoptada por la Presidencia, que ha condenado en reiteradas ocasiones “el silencio” de la Alianza Atlántica respecto a las acciones de Turquía, como por ejemplo, las ofensivas militares contra las milicias kurdas en Siria, que son aliadas de Occidente -sobre todo de Estados Unidos- en la lucha contra el terrorismo yihadista. De hecho, el presidente francés, Emmanuel Macron, ya declaró que la OTAN estaba “en muerte cerebral”, un mensaje que levantó polémica entre los miembros.

Los acontecimientos se precipitaron este viernes, cuando se supo que Turquía había impedido que la Operación Irini, creada por la Unión Europea el pasado mes de febrero para garantizar el cumplimiento del embargo de armas, registrara un navío sospechoso que se dirigía a Libia. El buque de la misión, que trató de acercarse al carguero, no recibió una “respuesta afirmativa” por parte de este último, por lo que no pudo inspeccionarlo. Entonces, Bruselas solicitó a la OTAN que apoye la Operación Irini, aunque de acuerdo con las autoridades comunitarias, las conversaciones con la Alianza “no estuvieron motivadas por este incidente”. “Esto es parte de un proceso natural entre dos organizaciones que cooperan y trabajan juntas para lograr resultados comunes: la seguridad y la estabilidad de Europa y su vecindario”, señaló un portavoz comunitario.

La OTAN podría contribuir a la misión naval de la UE con su Operación Sea Guardian, que ya trabaja en el mar Mediterráneo con dos barcos patrulla.

El comunicado de la Presidencia francesa también revela que “en las próximas semanas”, se mantendrán conversaciones con el resto de socios de la Alianza para tratar de orquestar una respuesta común frente al intervencionismo turco en la orilla sur del Mare Nostrum. Hasta ahora, la postura oficial de la OTAN ha sido difusa, dado que Turquía es un estado miembro.

El día del incidente, el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, y el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, mantuvieron una conversación telefónica en la que discutieron cuestiones relativas a Libia, Siria y otros asuntos regionales, según informó el Ministerio turco en un comunicado. La llamada sirvió, además, para preparar la reunión de ministros de la OTAN que se celebrará de forma telemática entre el 17 y 18 de junio de 2020.

 

 

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