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Así marchan las encuestas a 94 días de las elecciones en EEUU: Trump mantiene 1,2 puntos de ventaja sobre Harris

Aunque Donald Trump sigue manteniéndose por delante en la media de las encuestas realizadas en Estados Unidos a nivel nacional durante los últimos 15 días, los sondeos más recientes indican que, de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre, hay partido. Kamala Harris se mantiene cerca, a 1,2 puntos, es decir, en el entorno del margen de error y, de hecho, algunos estudios realizados en los últimos días ponen a la demócrata en cabeza, como un sondeo hecho por YouGov para The Economist.

Esta publicación ha hecho una encuesta entre los días 27 y 30 de julio, y las cifras que extraen ponen a Kamala Harris por delante con dos puntos de ventaja sobre Donald Trump. Otro estudio llevado a cabo por la consultora RMG Research le da incluso más ventaja a la demócrata, cinco puntos: 47-42. También otro sondeo, este de Daily Kos/Civiqs, del que OKDIARIO ya se hizo eco el viernes, le daba ventaja a Harris por cuatro puntos de ventaja. Es decir, que durante los últimos días están apareciendo encuestas que señalan a Kamala Harris como favorita. La conclusión es que, aunque Donald Trump sigue en cabeza en la media, la demócrata va a plantear batalla durante las próximas semanas, si bien el republicano lleva la delantera en varios estados clave como Pensilvania o Georgia.

Los momentos clave

Hay que señalar que estas encuestas muestran las preferencias a escala nacional, señalando las tendencias de cada candidato. Dado el sistema electoral estadounidense, donde cada aspirante se lleva el total de escaños en juego en cada estado sea cual sea la diferencia, el resultado final de las elecciones puede depender finalmente de un puñado de estados clave, como pueden ser Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Arizona, Georgia o Nevada, lugares donde Biden se impuso a Trump en 2020 y que el republicano aspira ahora a recuperar.

La precampaña electoral en Estados Unidos ha vivido tres momentos clave. El primero llegó el pasado 27 de junio: el debate electoral. Trump y Biden llegaban virtualmente empatados a su cita. El ambiente era el de que podía ser uno de esos debates que deciden elecciones, y desde luego que lo fue, hasta el punto de que al presidente le costó la reelección. La puesta en escena de Biden, que replicó la imagen que en tantas ocasiones ya había exhibido en el pasado -con despistes, incómodos silencios-, acompañada de una voz rota -que su equipo achacó a un constipado- hizo que su futuro electoral explotase. Aquella actuación fue el pistoletazo de salida a una campaña a la que se sumaron voces demócratas tales como senadores, celebridades, donantes, pidiendo que se retirara. Cuando quien fuera su jefe durante ocho años en la Casa BlancaBarack Obama, se unió y le pidió que abandonase, Biden -molesto con él desde ese momento- empezó a comprender que no había otra salida.

El 13 de julio llegó el segundo momento para la historia, cuando un individuo, Thomas Matthew Crooks, logró sortear la vigilancia del Servicio Secreto y, desde una azotea, disparó varias veces contra Donald Trump, alcanzándole en una oreja y matando a un asistente al mitin del candidato. Trump salvó la vida, y aún le dio tiempo a protagonizar una imagen ya icónica al levantarse, haciendo fuerza entre los guardaespaldas que se esforzaban por apartarlo del atril, y gritar: «¡Luchad!». A partir de ese momento, el camino de Trump hacia la Casa Blanca se allanó, siendo su regreso cada vez más factible.

Así, hasta que el domingo 21 de julio, llegamos a la tercera fecha clave: Joe Biden anunció públicamente su renuncia, admitiendo que «es lo mejor para mí y para el país». El aún presidente hasta el próximo mes de enero acabó dando su brazo a torcer y se retiró de la carrera electoral sin intentar buscar la reelección.