Internacional

Arabia Saudita veta al grupo Binladin

  • Juanan Jiménez
  • Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

Arabia Saudí sigue sobrecogido por la tragedia que golpeó a uno de los más importantes símbolos del Islam: La Meca. Un centenar de personas que se encontraban en la Gran Mezquita de la ciudad saudí fallecieron al desplomarse una grúa de grandes dimensiones sobre el templo. Los fuertes vientos que azotaron a la ciudad santa propiciaron el accidente. La grúa estaba instalada para acometer unas obras en los alrededores del recinto y fue instalada por Binladin Group, constructora que pertenece a la familia del terrorista que fuera líder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden.

Las autoridades se han dado prisa en finiquitar el asunto. La corte real del reino alauí decidió las indemnizaciones: 240.000 euros para la familias de cada uno de los fallecidos y la mitad para los heridos graves. Además, los mismos magistrados decidieron vetar al grupo constructor Binladin el acceso a futuros proyectos de construcción y prohibieron a los miembros de la familia del terrorista la posibilidad de viajar al extranjero mientras sigue abierta la investigación.

Los negocios de la familia Bin Laden

El nombre de Bin Laden parece estar maldito. Liquidado Osama Bin Laden, el terrorista líder de Al-Qaeda y responsable de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, la inmensa familia que compartía uno de los apellidos más odiados del planeta siguió adelante con los negocios que, en el pasado, habían convertido a Osama en millonario.

Mohamed Bin Laden era el patriarca del clan. Tuvo cerca de 50 hijos, entre los que estaba Osama, y falleció en un accidente aéreo en 1968. Prosperó como hombre de negocios y creó un importante grupo constructor. Tras su muerte, Salem, el primogénito se encargó de gestionar la millonaria fortuna de la familia. Tras su muerte, en 1988, tomó el mando en los designios familiares Bakr que siguió el rumbo tomado por sus predecesores convirtiendo a Binladin Group en una inmenso grupo constructor con presencia internacional y miles de empleados.

La prosperidad de la compañía siempre estuvo ligada al crecimiento y desarrollo de Arabia Saudí. Al ser una constructora dedicada principalmente a la obra pública el crecimiento de la misma fue exponencial. Todo esto no hubiera sido posible sin que existieran buenas relaciones entre Mohamed Bin Laden y los miembros de la familia real de Al-Saud.

La compañía amasó una ingente fortura a lo largo de los años gracias en particular a proyectos valorados en varios miles de millones de dólares que le había confiado el palacio real para edificar y desarrollar las infraestructuras de La Meca y Medina, que guardan los lugares más santos del Islam. Esos trabajos, que duraron años, permitieron que en la actualidad más de dos millones de fieles puedan reunirse en la Gran Mezquita de La Meca, y más de un millón en la mezquita del Profeta en Medina. El grupo construyó igualmente muchos palacios en Riad y en Djeddah para los miembros de la familia real. Los trabajos de restauración de la mezquita Al-Aqsa, dañada durante un importante incendio en 1969, fueron confiados igualmente al grupo Bin Laden.

La relación entre la familia y Osama Bin Laden se deterioraron cuando éste decidió dejar Arabia Saudí, comenzó sus actividades terroristas y renegó sobre la presencia de tropas de Estados Unidos en suelo santo. Curiosamente, el grupo familiar fue el encargado de construir varias de las infraestructuras que se encargaron de albergar a las tropas de EE.UU. Como líder de Al-Qaeda y conocido ya en el mundo entero por su red terrorista, la familia empezó a notar el deterioro en sus negocios al compartir apellido con el terrorista. Una de sus empresas en el sector de la telecomunicaciones cambió de nombre en 1999: De Bin Laden Telecommunications pasó a Baud Telecommunications Company (BTC).

Según el portal económico Arabian Business, la familia Bin Laden ocupa el octavo puesto entre las mayores fortunas del mundo árabe. Se estima que la fortuna familiar asciende a 8.4 billones de dólares, unos 7.500 millones de euros.