¿Cómo se hace?

La protección solar a partir de los 60 años: todos los consejos a tener en cuenta

A medida que envejecemos, la piel cambia y se vuelve más vulnerable.

La radiación UV es la principal causa del envejecimiento prematuro de la piel.

Incorporar medidas preventivas puede marcar una gran diferencia en la salud.

A medida que envejecemos, la piel cambia y se vuelve más vulnerable a los daños causados por la exposición al sol. A los 60 años, es especialmente importante tomar medidas adicionales para proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV). La protección solar es esencial para prevenir problemas como el envejecimiento prematuro, las manchas solares y, lo más importante, el cáncer de piel. Vamos a explorar por qué la protección solar es crucial a esta edad y de qué forma aplicarla sobre la piel de manera efectiva.

Con el paso de los años, la piel pierde parte de su capacidad natural para repararse y regenerarse. A los 60 años, la piel tiende a ser más fina, menos elástica y más propensa a desarrollar arrugas y manchas solares. Además, los daños acumulados por la exposición al sol durante décadas comienzan a manifestarse de manera más evidente. Por estas razones, es crucial adoptar una rutina de cuidado de la piel que incluya la protección solar como un pilar fundamental. La radiación UV es la principal causa del envejecimiento prematuro de la piel y el desarrollo de enfermedades tales como el melanoma, que es un tipo de cáncer de piel potencialmente mortal. Incorporar medidas preventivas puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de la piel a lo largo del tiempo.

Protección solar a los 60 años: consejos y recomendaciones

La radiación ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) son los principales factores responsables de los daños en la piel. Mientras que los rayos UVB son conocidos por causar quemaduras solares, los rayos UVA penetran más profundamente en la piel y son responsables del envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas.

A los 60 años, la piel tiene menos melanina, el pigmento que ayuda a proteger contra los rayos UV, lo que aumenta el riesgo de daño solar. Además, las defensas inmunitarias de la piel disminuyen con la edad, lo que la hace más susceptible a las infecciones y a los efectos negativos del sol.

Según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de España, la piel a los 60 años requiere cuidados específicos debido a la pérdida de elasticidad y a la mayor sensibilidad a los daños solares. Este estudio destaca la importancia de un enfoque integral que combine protección solar con cuidados adicionales como la hidratación y el uso de antioxidantes.

Recomendaciones para una protección solar eficaz

Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana Nezeni Cosmetics, especifica que  fijarse en los filtros físicos o minerales, con ingredientes como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, ya que actúan como barrera sobre la piel, dispersando los rayos UV en vez de absorberlos: “Son la mejor opción para pieles maduras porque además son menos propensos a causar reacciones alérgicas o irritación, y son más estables bajo la exposición solar que los filtros químicos”.

Selecciona un protector solar adecuado

Es fundamental optar por un protector solar de amplio espectro que brinde protección tanto contra los rayos UVA como los UVB. A partir de los 60 años, es recomendable utilizar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, idealmente uno que también incluya ingredientes hidratantes para mantener la piel suave y bien nutrida.

Aplicación regular

La aplicación del protector solar debe ser generosa y uniforme en todas las áreas expuestas del cuerpo. Es importante reaplicar cada dos horas, o inmediatamente después de nadar o sudar, para asegurar una protección continua.

Evita las horas de mayor radiación

Los rayos UV son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Durante estas horas, es recomendable permanecer en la sombra o en interiores para minimizar el riesgo de daño solar.

Cuida la piel después de la exposición solar

Tras un día al sol, es importante hidratar la piel con lociones que contengan aloe vera o glicerina para ayudar a reparar cualquier daño y mantener la piel hidratada.

Mitos y realidades sobre la protección solar

Existe la creencia errónea de que a medida que envejecemos, la piel se vuelve menos sensible a los daños solares. Sin embargo, lo contrario es cierto: la piel madura es más vulnerable a los efectos dañinos del sol debido a la reducción de la capacidad de regeneración celular.

Además, muchas personas creen que el uso de protector solar es innecesario en días nublados o en invierno, pero los rayos UV pueden penetrar a través de las nubes y causar daños incluso en climas fríos. Es vital mantener una rutina constante de protección solar durante todo el año.

Además, el estudio publicado por la Fundación Piel Sana subraya que el uso constante y correcto del protector solar puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar melanoma y otras formas de cáncer de piel, incluso en edades avanzadas.