¿Cómo se hace?
Vino

Cómo servir una copa de vino tinto y que quede en su temperatura ideal

El vino tinto es una de las bebidas preferidas de las civilizaciones occidentales, y somos muchos quienes disfrutamos de una copa solos, con nuestra pareja o nuestros amigos, y probablemente queramos saber cuáles son los secretos que se esconden detrás del arte de servir este producto. Te contamos cómo servir una copa de vino tinto y que quede en su temperatura ideal, algo que no siempre es fácil.

Es que el sabor final del vino depende tanto del cultivo de las uvas y su elaboración siguiendo procesos específicos, como de la forma en que lo llevamos a la mesa, e incluso también según la variedad de la que estamos hablando, ya que no es igual uno tinto que uno blanco.

Cómo servir una copa de vino tinto

Pero mientras convienen las copas altas para las variantes blancas, porque permiten que mantengan mejor la temperatura fresca que se aconseja para éstas, en el caso de los tintos hay otros detalles importantes a considerar y que son los que aseguran, en última instancia, que preserve sus características.

Los vinos tintos españoles deben servirse a temperatura ambiente, o tras unos 15 minutos de nevera aproximadamente, que le den un ligero frío, sobre todo durante la época estival.

Para el descorche, lo mejor es el sacacorchos de dos etapas, ya que ayuda a evitar que el corcho llegue a romperse durante el procedimiento, y además son fáciles de conseguir y muy baratos. Incluso, algunos incorporan una pequeña cuchilla para cortar la lámina y cuidar la estética elegida por la bodega.

A la hora de llevarlo al vaso, nunca debes llenar las copas de vino más de un tercio de su capacidad. Después de eso, efectivamente deberías girar la copa con suavidad, para que el oxígeno entre en contacto con el líquido, intensificando todos sus aromas, algo imposible con la copa llena.

Adicionalmente, si sabes con anticipación que vas a beber un vino económico, es recomendable que lo dejes decantar durante una media hora. Algo que tiene más sentido aún en las gamas de entrada, en las que es posible encontrar sedimentos que se irán al fondo, tanto de la botella como de la copa. Al dejar que decante, no los verás en el fondo de la copa, ya que suele causar una mala impresión.

Finalmente, quien va a beber el vino tinto debería sujetar la copa por el tallo, tanto para que no haya huellas de los dedos en el vidrio, lo que es poco elegante, como especialmente para que el calor que desprenden nuestras manos no afecte las propiedades originales del vino, modificando sus sabores y olores.