Cómo pintar paredes con compresor
El compresor de aire es una herramienta muy útil para pintar
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El compresor de aire es una herramienta muy útil para pintar, la cual proporciona muy buenos resultados si sabes utilizarla de manera adecuada. ¿Quieres saber cómo pintar paredes con compresor? Sigue leyendo y toma nota de los pasos para hacerlo correctamente y lograr los mejores resultados.
Pasos para pintar paredes con compresor
- Lo primero que tienes que hacer es elegir la pintura y el diluyente, teniendo en cuenta que los acabados a base de aceite son los más fáciles de usar con un compresor. Añade un diluyente adecuado y la pintura fluirá sin ningún problema.
- Prepara la zona en la que vas a pintar, colocando por ejemplo cinta de carrocero en enchufes, marcos de las ventanas, zócalos, etc. para no manchar esas zonas.
- La estancia debe estar bien ventilada, así que trabaja con la ventana abierta para que el aire circule libremente y sin problemas.
- Ponte una mascarilla protectora y guantes para protegerte de cualquier gas o partícula peligrosa. Además, eso te permitirá también que no te llegue pintura a los ojos ni a las manos.
- Ahora llega el momento de preparar la superficie que vas a pintar, por lo que tienes que pulirla, cepillarla, limpiarla o lijarla si hubiera imperfecciones.
- Si lo consideras necesario, aplica una capa de imprimación, puedes hacerlo con rodillo, pincel o también con un compresor.
- Enciende el compresor y regula la presión que quieres para pintar, siendo lo ideal dejarla entre 12 y 25 LPP. Revisa el manual del compresor para conocer las recomendaciones del fabricante en cuanto a presión en ese caso particular.
- Ajusta correctamente el acople de la manguera al compresor, envuelve también la rosca con cinta de embalar para asegurarte de que no hay ningún escape de aire.
- Vierte una pequeña cantidad de diluyente en el recipiente en el que está la pintura, que es el que va unido a la parte inferior del pulverizador.
- Abre con suavidad la válvula dosificadora y mete la boquilla del pulverizador en un recipiente que no vayas a utilizar y aprieta el gatillo. Eso se hace para que el pulverizador se llene de pintura, al principio saldrá únicamente aire de la boquilla.
- Mezcla la pintura con cuidado e introduce la cantidad necesaria para hacer el trabajo. Si la has tenido guardada durante un tiempo es recomendable colarla antes de utilizarla, así evitarás los grumos.
- Diluye la pintura y llena el recipiente del compresor en unas ⅔ partes. Colócalo sobre el soplete y aguanta el pulverizador a unos 15-20 cm de la superficie que vas a pintar.
- Aprieta el gatillo para empezar a pulverizar la pintura y sujeta con fuerza para que no se te caiga ni se mueva a zonas que no quieres pintar. Es recomendable hacer una prueba en un trozo de cartón o madera que no te sirva para ver si lo manejas bien y cómo pulverizas.
- Al pintar tienes que hacer que cada pasada de pintura se vaya superponiendo a la anterior, así quedará un trabajo de mayor calidad.
- Ve rellenando el depósito de la pintura cuando creas necesario hasta que termines.
- Cuando hayas terminado con toda la superficie, deja que se seque por completo antes de darle otra capa, si es que vas a dársela.
Aunque pueda parecer un proceso complicado, lo cierto es que pintar paredes con compresor es muy sencillo, y no necesitas más que un par de pasadas del pulverizador para dominarlo.
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