¿Cómo se hace?
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Cómo organizar el escritorio

¿Tienes el escritorio de casa o de la oficina repleto de papeles y de cosas y parece un caos en el que es imposible estudiar o trabajar? Existen varias pautas o trucos que podemos aplicar y de este modo lograr que el escritorio esté ordenado. Piensa que si sabes cómo organizar el escritorio, este se verá siempre ordenado y de este modo podrás estudiar sin problema o rendir mucho mejor a la hora de ponerte a trabajar. Veámos como conseguirlo de manera fácil.

Pasos para organizar el escritorio

  1. El primer paso antes de comenzar a organizar el escritorio es vaciar éste por completo, lo limpias bien y además tendrás que asegurarte de que tienes contenedores especiales para artículos de papelería, como bolígrafos, frascos, carpetas, tarjetas, y las hojas o folios..
  2. Los diversos elementos se colocarán en el escritorio según el espacio disponible y el uso.
  3. Para un escritorio en el que tengas que alojar además un PC es recomendable considerar suficiente espacio para colocar el ordenador, el espacio para el mouse y el asiento correcto.

Una vez que está organizado, el escritorio debe mantenerse ordenado. ¿Cómo? Solo estos simples pasos a seguir:

  1. Los objetos que una vez se usaron deben devolverse a su destino asignado.
  2. Los objetos superfluos deben ser apartados del plano.
  3. Plumas, colores y lápices deben colocarse en los contenedores apropiados.
  4. Documentos importantes deben ser catalogados y archivados.
  5. Las hojas dispersas deben organizarse en carpetas o archivadores especiales.
  6. Es aconsejable limpiar las superficies con un paño al menos cada 2 días.

En un escritorio de oficina no deje además de tener un calendario, para tenerlo a mano.

Accesorios para tener el escritorio organizado:

Además de los sujetapapeles, carpetas y carpetas, es aconsejable tener:

Por otro lado, siempre será adecuado procurar que nuestro escritorio tenga la iluminación adecuada, de modo que por un lado no te puede faltar nunca una lámpara de mesa o un flexo, de modo que tengas luz cuando ya es de noche (para estudiar o acabar de trabajar) y, cómo no, que tengas una ventana para que entre la luz natural y puedas trabajar también sin la necesidad de gastar luz eléctrica todo el día.