¿Cómo se hace?
Bricolaje

Cómo hacer un cerrojo casero

Hacer un cerrojo casero es algo sencillo si tienes un tenedor a mano, que debes cortar por el cabezal para de este modo cruzar por la puerta. Será imposible que nadie la abra.

Si tienes ganas de algo de intimidad en tu cuarto o tienes roto el pestillo que ya tenías puesto en tu puerta, tienes una opción realmente sencilla para hacer un cerrojo casero de forma rápida, tal y como vamos a enseñarte en la siguiente guía de pasos.

Lo cierto es que la opción más correcta será la de comprarse un cerrojo o pestillo en cualquier cerrajería o ferretería, pero para casos de emergencia, o en el caso de que te encuentres en una casa ajena y desees algo de intimidad, un simple tenedor es suficiente para crear un cerrojo imposible de abrir. Veamos cómo hacerlo paso a paso.

Pasos para hacer un cerrojo casero

  1. Lo primero que necesitas, es coger un tenedor viejo o uno que no utilices demasiado. Lo colocas en el hueco de la puerta por donde se encaja el pestillo o resbalón cuando vamos a cerrar la puerta.
  2. Una vez colocados los pinchos del tenedor en ese hueco, coges un rotulador y marcas por el punto hasta el que hayas podido introducir los pinchos.
  3. Lo siguiente será apoyar el tenedor en el borde de una superficie plana, como una mesa por ejemplo y estando del revés, lo golpeamos por la parte de la marca con la ayuda de un martillo o de una llave inglesa, de modo que podamos doblar el tenedor por ese punto exacto que hemos marcado antes. No hace falta golpear demasiado fuerte si no queremos pasarnos a la hora de doblar e incluso partir el tenedor.
  4. El siguiente paso será coger una sierra y cortar el tenedor por la parte de la cabeza. No hace falta que cortes demasiado, solo haciendo un pequeño tallaje y estirando, podrás arrancar la cabeza del tenedor sin problema alguno.
  5. Vamos a probar ahora nuestro cerrojo casero. Coloca el tenedor de tal manera que los pinchos te queden colocados dentro del hueco, y el cabezal del tenedor quede en un ligero ángulo de 90 grados.
  6. Sujetando el cabezal del tenedor, cierra la puerta como sueles hacer normalmente.
  7. A continuación, coge el mango del tenedor y lo colocas entre los dos primeros pinchos del cabezal que tienes encajado.
  8. Ahora será imposible que nadie pueda entrar en tu habitación o en la estancia de la casa en la que te encuentres.

Hacer un cerrojo casero como el que acabamos de explicaros es una idea sencilla y como ya hemos mencionado, de emergencia. Esta es una solución original que puedes utilizar de hecho en cualquier puerta, aunque si notas que el tenedor se sujeta y queda un poco flojo, la clave estará en poder darle una forma todavía más marcada de 90 grados cuando lo dobles por la marca que hayas hecho con el rotulador.