Salud

Cómo cuidar el pie diabético

pie diabético
El pie diabético puede darte muchos problemas

Cuidar el pie diabético es muy importante ya que la persona que lo padece tiene propensión a padecer determinadas lesiones, por lo que es una condición de riesgo que hay que saber cómo manejar. Hoy te damos las claves para que sepas cómo cuidarte si tienes el pie diabético, así podrás llevarlo de la mejor manera posible y que no te moleste en exceso.

¿Qué es el pie diabético?

Se denomina pie diabético a una alteración clínica que tiene origen neuropático y que está inducida por la hiperglucemia, lo que es tener el azúcar alto. Se puede producir tanto si hay o no una isquemia y puede producir tanto lesión como ulceración en el pie. Hoy en día, el pie diabético es la principal causa de amputaciones no traumáticas en España.

Consejos para cuidar el pie diabético

  • Lleva las uñas de los pies siempre bien cortadas y sin darles forma de curva ni cortar las esquinas. Si te encuentras una uña encarnada, ve al médico, no intentes solucionarlo por tu cuenta.
  • Nunca camines descalzo, ya que el daño en los nervios que provoca el pie diabético hace que disminuya la sensación, por lo que podrías clavarte cosas y no sentirlas.
  • Lávate los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, pero sin ponerlos a remojo. Al secarlos, que sea mediante golpecitos suaves con una toalla, sin frotar, y no dejando nada de humedad entre los dedos.
  • Utiliza a diario una loción para mantener tus pies siempre hidratados y suaves, así evitarás la piel seca y las grietas que provoca y que aumentan el riesgo de infección. No te apliques la loción entre los dedos.
  • No utilices instrumentos afilados, almohadillas de calor ni soluciones antisépticas en tus pies, ni tampoco los pongas frente a la estufa, radiadores o cualquier otra fuente de calor.
  • Si tienes el pie diabético tampoco deberías fumar, ya que el tabaco daña los vasos sanguíneos y, en combinación con la diabetes, se podría aumentar el riesgo de amputación.
  • Elige siempre calzado que sea cómodo y no te quede muy ajustado, ya que llevar los pies apretados podría causarte una infección. Evita los tacones altos y los dedos en punta.
  • Por último, evita caminatas muy largas sin parar a descansar cada rato.

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