¿Cómo se hace?

Cómo congelar calabacines

Prácticamente todos los alimentos se pueden congelar para que podamos disfrutar de ellos cuando nos apetezca. En el caso de los calabacines, se trata de una verdura de verano, pero gracias a su proceso de congelación podrás comerlos también cuando haga frío. Veamos a continuación, paso a paso, cómo congelar calabacines.

Los calabacines

Los calabacines son quizás de las verduras que más se usan en la cocina. Los podemos incluir en multitud de recetas y también tomarlos crudos. Este es un vegetal que tiene mucha agua de modo que es un alimento que apenas engorda, además de tener vitamina A , así como vitaminas B1, B2, B3, B5, B6 y vitamina C, y potasio, de modo que tiene múltiples beneficios para nuestra salud gracias a que son diuréticos, laxantes y tienen propiedades anti-inflamatorias y anti-fatiga. Además, son también un excelente aliado en la lucha contra la inflamación del tracto urinario y los problemas en el intestino, como la diarrea y el estreñimiento.

Si deseas poder comer calabacines en cualquier momento o temporada, lo mejor es que los congeles. Para ellos debes seguir la guía de pasos a continuación.

Pasos para congelar calabacines

Con esta guía de pasos no solo podrás congelar calabacines de manera sencilla y correcta sino que además, también podrás tenerlos listos para consumir cuando desees.

  1. Toma el calabacín o calabacines que desees congelar y lávalos bien
  2. Sécalos con un paño limpio o con papel de cocina absorbente.
  3. Comienza a cortarlos colocándolos en una tabla para cortar: retira el extremo de un lado y el otro y decide cómo cortar el calabacín
  4. Puedes cortar el calabacín en anillos o cortarlo por la mitad de su longitud y a partir de ahí haces otro corte por mitad de cada mitad.
  5. Alinea las tiras de calabacines bien juntas y córtalas en trozos no demasiado grandes (establezca las dimensiones de acuerdo con el uso que tendrás que hacer luego de los calabacines)
  6. Después de cortar el primer calabacín, inserta los trozos (o las rodajas) que hayas obtenido en una bolsa de plástico para el congelador. Esas que tienen cierre «zip» son, sin duda, la mejor opción.
  7. Corta otro calabacín siguiendo el mismo proceso y lo colocas en la misma bolsa (te sugerimos que congeles porciones pequeñas a la vez: son mucho más manejables y estarán listas para usar): 2 calabacines por bolsa son una porción «correcta»
  8. Una vez que hayas llenado tu bolsa solo tienes que cerrarla: trata de eliminar el aire antes de cerrar.
  9. Si usas bolsas sin cierre, tendrás que hacer un nudo en el extremo de la bolsa de modo que no ocupe demasiado después, cuando la introduzcas en el congelador.

¡Listo! Ya hemos acabado de congelar calabacines, ahora tan solo debes sacar la bolsa horas antes de que necesites usar el calabacín para cualquier receta. Recuerda que siempre es mejor descongelar a temperatura ambiente.