Grandes traiciones históricas que cambiaron el rumbo de la humanidad

A lo largo de la historia han ocurrido todo tipo de traiciones, engaños y puñaladas por la espalda que han marcado, en más de una vez, el rumbo de naciones. Desde la Antigua Roma, pasando por Gran Bretaña hasta el Lejano Oeste, los traidores y sus despiadados actos, con consecuencias dramáticas, han formado parte del mundo y del imaginario colectivo durante años.
Estas son algunas de las grandes traiciones históricas que cambiaron el rumbo de la humanidad.

Traiciones históricas a recordar

Marco Bruto y el asesinato de Julio César

Durante la guerra Civil Romana, Marco Junio Bruto se encargó de integrar a la oposición y Julio César lo perdonó. A pesar de ello, Cayo Casio Longino, lo convocó junto con más de 60 senadores para conspirar en contra de César, quien estaba obteniendo cada vez más poder. De esta manera, Marco Bruto fue partícipe de una de las más grandes traiciones de la historia: el asesinato de Cayo Julio César el 15 de marzo del año 44 a.C, el fatídico día de “los Idus de marzo”.

La traición de Judas Iscariote

En la historia del cristianismo, la traición de Judas Iscariote es sin lugar a dudas uno de los acontecimientos más impactantes. Según los evangelios, Judas fue uno de los doce apóstoles de Jesús, pero en un determinado momento traicionó a su maestro al delatarlo, en el Huerto de Getsemaní, frente a las autoridades religiosas y políticas por treinta monedas de plata.

Esta traición trajo como consecuencia la crucifixión de Jesús y posteriormente su resurrección, lo que se convirtió en el fundamento de la fe cristiana. A lo largo de los siglos, la figura de Judas ha sido objeto de debate y diversas interpretaciones, dando lugar a todo tipo de obras literarias, artísticas y musicales.

La conspiración de Guy Fawkes

Guy Fawkes fue un conspirador de origen inglés que pasó a la historia por su intento fallido de prender fuego al parlamento inglés. Entre 1601 y 1603, un grupo de católicos planeaban deshacerse de la monarquía protestante de la reina Isabel I, quien habría sido sustituida por Jacobo I, detonando el parlamento.

Fue así como el 5 de noviembre de 1605 Guy Fawkes, quien era experto en explosivos, y sus compañeros trasladaron 36 barriles de pólvora al sótano del Parlamento, pero fueron descubiertos antes de que pudieran detonarlos. Fawkes fue capturado, torturado y ejecutado por traición el 31 de enero de 1606.
El intento de ataque al Parlamento es conocido como la “Conspiración de la Pólvora” y se celebra en el Reino Unido cada 5 de noviembre, con la tradición de prender fuegos artificiales y quemar muñecos de Guy Fawkes.

Benedict Arnold

Benedict Arnold fue un general del ejército continental durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Tras varias victorias en las primeras etapas de la guerra, captó la atención de George Washington y Thomas Jefferson, pero perdió su fama cuando fue relegado por los generales revolucionarios después de haber sido herido en una pierna.

Herido, Arnold decidió cambiar de bando en 1780 y conspiró para entregar el fuerte de West Point a los ingleses. Pero su traición fue descubierta por las fuerzas estadounidenses y no le quedó otra que huir hacia Inglaterra, donde recibió una pensión del gobierno británico.

Robert Ford

En 1880, Robert Ford se unió a la banda de unos de los criminales pistoleros más buscados en los Estados Unidos, el famoso Jesse James. Después de realizar varios robos, Ford se ganó la confianza de Jesse, quien lo incluyó en su grupo íntimo de amigos, siendo muy cercano a su familia.

Pese a ello, el 3 de abril de 1882, Ford asesinó a Jesse James de un tiro en la cabeza mientras él se encontraba de espalda y acudió a la justicia para reclamar la recompensa anunciada por entregar a James. Después de esta traición, Robert Ford fue apodado «el cobarde» y fue asesinado por un admirador de Jesse James el 8 de junio del mismo año.

Vidkun Quisling

En la política mundial, una de las traiciones más notorias fue la de Vidkun Quisling, quien traicionó a su país, Noruega, durante la Segunda Guerra Mundial. Quisling colaboró con las fuerzas de ocupación alemanas y se autoproclamó líder de un gobierno títere en Noruega. Su traición fue tan grave que su nombre se convirtió en sinónimo de colaboracionismo y traición en varios idiomas.

Pizarro

En América Latina, la traición de Francisco Pizarro hacia el emperador inca Atahualpa es uno de los episodios más curiosos de la conquista española. Pizarro convocó a una reunión con Atahualpa en Cajamarca, bajo el pretexto de la amistad y la paz. Sin embargo, durante la reunión, Pizarro ordenó el arresto de Atahualpa y lo mantuvo prisionero hasta que el emperador inca pagó un rescate en oro y plata. Una vez que se pagó el rescate, Pizarro traicionó a Atahualpa y lo ejecutó, consolidando así el dominio español sobre el Imperio inca.

Traición en la CIA

En la historia reciente, la traición de Aldrich Ames, un agente de la CIA que espió para la Unión Soviética y luego para Rusia, tuvo graves consecuencias para la seguridad nacional de Estados Unidos. Ames proporcionó información clasificada a los servicios de inteligencia rusos durante casi una década, lo que resultó en la identificación y ejecución de varios informantes estadounidenses en Rusia. La traición de Ames fue descubierta en 1994, pero el daño que causó a la seguridad nacional de Estados Unidos fue profundo y duradero.

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