Un soltero de ‘First Dates’, sobre sus habilidades sexuales: «Puedo hacerlo diez veces o más»
"Puedo estar toda la noche... y por la mañana tengo para más", reconoció el soltero
No es ningún secreto que, poco a poco y con el paso de los meses, First Dates se ha convertido en uno de los programas de televisión que más éxito continúa cosechando en Mediaset. Esto no es producto de la casualidad, ya que no solamente cuentan con un gran equipo, sino que cada vez son más los solteros que se animan a visitar el restaurante más famoso de la televisión. El pasado lunes 26 de mayo pudimos disfrutar de una nueva entrega de First Dates en Cuatro. De esta forma, los espectadores conocieron a Eduardo, un marinero italiano y argentino de 32 años que llegaba desde Tenerife. Entre otras cuestiones, reconoció que tiene una excepcional habilidad a la hora de ligar pero, a pesar de todo, sus citas en el barco no han hecho posible que haya encontrado el amor verdadero. Su objetivo era encontrar a una mujer que se cuide, sea activa y responsable.
Su cita para esa noche era Irina, una estudiante de acuicultura de 27 años que llegaba desde Las Palmas de Gran Canaria. La soltera no tardó en definirse como una «persona empoderada del siglo XXI», ya que se consideraba una mujer «libre». Tras conocerse e intercambiar unas primeras palabras, Carlos Sobera les acompañó hasta la mesa que tenían reservada para poder disfrutar de la velada. Fue entonces cuando decidieron hablar sobre lo que habían estudiado y a qué se dedicaban. La joven reconoció que empezó a estudiar ciencias del mar, algo que fascinó a Eduardo. Él, por su parte, quiso sincerarse sobre su trayectoria profesional, desde la formación básica hasta marinero de puente, pasando por buque pesaje y marinero de máquina. Todo ello sumado a un curso de fotografía que el soltero realizó en Inglaterra. Una amplia trayectoria que, como era de esperar, dejó sin palabras a Irina: «Hijo, vales para todo».
Pero no todo quedó ahí, ya que, ante las cámaras de First Dates, ella se sinceró aún más al respecto: «Es un chico polifacético. Tiene más trabajos que la Barbie». Poco después, el programa les ofreció someterse a un juego con varias preguntas, con la intención de conocerse mucho mejor. La primera cuestión tenía relación con la cantidad de relaciones sexuales que podían mantener en una noche.
El marinero no tardó en responder: «Sinceramente, puedo hacerlo diez veces o más. Puedo estar toda la noche… y por la mañana tengo para más», reconoció. En cuanto a parejas anteriores, él confesó que todas ellas habían durado entre tres o cuatro años. Al no preguntar lo mismo a la soltera, ella se quedó algo descolocada al notar cierta «falta de interés».
A pesar de esta reacción, Irina se quedó sorprendida al descubrir la habilidad de su cita con el baile: «Aunque físicamente no me atrae, me parece un chico simpático y con rollazo». En la decisión final de First Dates, el marinero dio a conocer su respuesta: «Sinceramente, sí quiero otra cita». A pesar de todo, la de Las Palmas de Gran Canaria tuvo claro que, entre ellos, solamente podía existir una bonita amistad. ¡No triunfó el amor!
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