Leticia Sabater estrena ‘La Bananakiki’, su nueva canción del verano
La presentadora ha dado por comenzado el verano con su tradicional canción
Los sorprendentes datos de la supuesta fiesta ilegal que se hizo en su casa
El verano, aunque solo sea en lo musical, ya ha llegado a nuestras vidas después de que Leticia Sabater haya estrenado su nueva canción. ‘La bananakiki’ es su nueva apuesta que, como siempre, va acompañada de un videoclip que nadie podrá olvidar.
Títulos como ‘La salchipapa’ y ‘El pepinazo’ se han quedado ya para el recuerdo gracias a que se volvieron virales, algo que la presentadora estrella de los años 90 intentará repetir con su nuevo tema. La vacuna contra la Covid-19 es la gran estrella de la letra.
Pero en su videoclip hay otros dos grandes protagonistas, que ni ellos mismos se lo podrían esperar: Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso. Los dos nombres propios de la gestión de la pandemia han sido ‘vacunados’ por la propia artista.
Pero no son los único ‘homenajes’ que podemos ver en el clip, ya que también Freddie Mercury aparece en el comienzo montado en una avioneta en la que transporta ‘La Bananakiki’. La propia Leticia puede presumir de que sea Fernando Simón el que le inocule con una enorme aguja en la que se puede leer ‘Astrapéneca’.
Mientras presume de abdominales, como ya es un clásico, Leticia Sabater deja grandes momentos en la letra de su nueva canción: «Este verano te voy a vacunar, papacito, yo soy la Doctora Amor. Prefiero con aguja larga y gorda, que ‘la Bananakiki’ entra mejor».
La protagonista también juega con los efectos secundarios, tan polémicos, de la vacuna de Astrazéneca, ya que al final del vídeo se puede ver como ella misma se convierte en un zombie.
Esta nueva canción llega meses después de que Sabater protagonizase uno de los escándalos de las navidades, aunque todo apunta a que fuese de manera involuntaria. Una fiesta ilegal celebrada en su casa fue una de las primeras noticias del 2021.
La artista alquiló su casa madrileña para una pequeña celebración de fin de año, lo que no podía imaginar es que aquello terminaría siendo un gran cotillón con cientos de personas. Tal fue el nivel de molestia, que la Policía tuvo que intervenir para parar la celebración, en la que no se guardaba ningún tipo de medida sanitaria para evitar contagios.
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