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‘La isla de las tentaciones’: Adrián tiene un fuerte enfrentamiento con Napoli

  • Natalia Díaz
  • Periodista y comunicadora audiovisual. Actualmente redactora en Happy FM. Interesada sobre todo en la música y adentrándome en el mundo de la televisión.

La pasada noche se vivió durante la emisión de La isla de las tentaciones una nueva hoguera de los chicos en la que recibieron a los tentadores de sus parejas. Uno de los momentos más tensos fue el cara a cara de Adrián con Napoli en el que el italiano le regaló una pizza pepperoni.

Al contrario que lo que ocurre normalmente en el programa, el tentador se presentó primero junto a Sandra Barneda antes de que llegaran los chicos. El joven se dedica a hacer pizzas y llevaba una en la mano esperando el momento para dársela al empresario. Cuando llegaron por fin los chicos el italiano se le entregó a Adrián afirmando que “es la favorita de Naomi”. Aunque no daba crédito a lo que estaba viviendo, el valenciano no dudó en responder sobre los gustos de su novia afirmando que “su favorita es la cuatro quesos”.

Tras esto la mítica hoguera de La isla de las tentaciones adquirió un tono más serio cuando Sandra advirtió que había llegado el momento de que el novio de Naomi le hiciera tres preguntas a Napoli que este debía responder solo con monosílabos. “¿Naomi me ha echado de menos?”, decidió preguntar en primer lugar el valenciano. La respuesta del tentador fue “no”. La siguiente pregunta fue sobre si la chica seguía sintiendo algo por él, a lo que el italiano volvió a responder que no.

Quien ha visto el programa sabe que tanto la primera respuesta como la segunda son mentira, ya que nadie obliga a los tentadores a decir la verdad y pueden responder lo que les plazca. Aunque cabe mencionar que esto mismo también ha sido muchas veces fuente de rencillas con los concursantes. Para despedirse ambos decidieron darse cordialmente la mano. Sin embargo, los compañeros de Adrián volvieron a increpar a Napoli y este no se quedó atrás. Ante esto Adrián tuvo que intervenir para asegurarles que no merecía la pena y calmar los ánimos.