Cristina Pedroche se sincera y desvela la razón por la que se siente “tocada y hundida”

Leer un buen libro de poesía puede dejarnos las emociones a flor de piel y eso es lo que le ha pasado a Cristina Pedroche tras devorarse ‘Cada noche te escribo’ de su amiga Patricia Benito. La presentadora ha querido compartir con sus seguidores, a través de su cuenta de Instagram, las sensaciones que ha experimentado conforme pasaba las hojas del libro.

“Llevo esperándote una eternidad y te me vas en un suspiro”, es lo primero que ha escrito Cristina Pedroche, apenada por la rapidez en la que se ha leído el libro. Ella misma ha explicado en unos cuantos párrafos lo mucho que le ha llegado a remover la obra de su amiga y lo contenta que está por haber podido disfrutar de cada verso.

“Sabía que no estaba preparada para ella. Sabía que me iba a coger y me iba a zarandear. Sabía que me pondría boca abajo y me removería todo. Sabía que no me dejaría escapar viva. Sabía que tenía que ser valiente para leerla, que tenía que esperar a estar más fuerte emocionalmente”, contaba Cristina sobre la predisposición para enfrentarse a esa lectura.

 

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A sabiendas de todas las emociones que podía causarle, nada ha frenado a la presentadora para sumergirse completamente en cada hoja del libro. “Y aún así, esta mañana he cogido su nuevo libro “Cada noche te escribo” y me ha devorado sin tregua. Porque sí, ha sido él el que ha decidido devorarme. Y ahora me encuentro a media tarde, vacía y llena a la vez. Naufraga, borrosa”, confesaba tras la lectura.

Cristina Pedroche también ha aprovechado el momento para halagar el gran trabajo de su amiga. “Porque Patricia no escribe para olvidar, escribe para remover, y sabe dónde tocarte. Y así estoy, tocada y hundida. Gracias Patricia por tu arte, tus palabras (aunque a veces duelan como puñales) y por tu amistad. Qué suerte tenerte cerca.”, finalizaba escribiendo.

Patricia Benito le ha respondido con unas bonitas palabras de agradecimiento: “Jo, preciosa. Gracias por estar ahí desde el principio dándome la manito. Suerte la mía”. Una bonita amistad, un libro desgarrador y una sacudida de emociones es todo lo que le ha hecho falta a la presentadora para quedarse «tocada y hundida».